El conflicto en Loroñe (Colunga) ha escalado en los últimos días debido a un presunto caso de maltrato animal que involucra a un perro de raza Yorkshire. El incidente ha dividido a la comunidad en dos frentes: por un lado, los activistas animalistas que denuncian la situación y, por otro, los vecinos que defienden al pueblo de lo que consideran una "demonización" injusta.

El caso comenzó cuando una mujer ajena al pueblo denunció el estado deplorable del animal, describiéndolo como "esquelético y sin pelo", tras lo cual ofreció pagar por su tratamiento veterinario. La propietaria del perro se negó rotundamente, lo que llevó a la denunciante a acudir a las autoridades del SEPRONA. Sin embargo, cuando los agentes llegaron, el perro ya había desaparecido, y hasta el momento no se ha podido confirmar su paradero ni su posible muerte.

En este contexto, este fin de semana se realizaron dos manifestaciones en Colunga. Una veintena de activistas animalistas exigieron justicia por el perro, criticando lo que consideran un "silencio cómplice" de los vecinos de Loroñe. Al mismo tiempo, medio centenar de residentes locales se congregaron en señal de rechazo, argumentando que han sido objeto de "acusaciones gravísimas" que manchan la reputación de su comunidad. Los vecinos han advertido que, de no cesar las difamaciones, acudirán a los tribunales.

Este caso refleja un creciente malestar social en Asturias en torno al maltrato animal, un problema que ha venido ganando relevancia a nivel nacional. A nivel legislativo, se han propuesto reformas para endurecer las penas por crueldad hacia los animales, incluyendo la ampliación de sanciones para quienes sean responsables de causar daño permanente o la muerte de un animal.

El conflicto en Loroñe continúa, y todo parece indicar que este no será un caso que se disipe fácilmente, ya que ambos lados se mantienen firmes en sus posturas. La situación ha atraído la atención mediática, destacando la necesidad de abordar de manera más eficaz las denuncias de maltrato y de proteger los derechos de los animales sin criminalizar injustamente a las comunidades rurales.