Asturias se posiciona como un referente en la lucha contra el cáncer de mama, con un índice de supervivencia del 90% entre las mujeres menores de 64 años cinco años después de recibir el diagnóstico, según los últimos datos de la Red Española de Registros de Cáncer. Este logro es el resultado del éxito del programa de detección precoz, que ha alcanzado una participación superior al 70% en el Principado, así como de los avances en tratamientos y la excelencia del sistema sanitario regional.
A pesar de que la supervivencia disminuye ligeramente en las mujeres mayores de 64 años, sigue siendo alentadora: más del 80% de las mujeres menores de 74 años sobreviven a la enfermedad. Este dato reafirma la importancia de la detección temprana, que sigue siendo el arma más eficaz para combatir el cáncer de mama.
Incremento de los casos y la detección precoz
Cada año se diagnostican en Asturias alrededor de 830 nuevos casos de cáncer de mama invasivo, un dato que ha mostrado un incremento sostenido desde los años 90, con un crecimiento anual promedio del 1,5%. Este aumento ha sido más notorio en mujeres de entre 60 y 69 años, mientras que los grupos de edad más jóvenes han registrado una menor tasa de crecimiento, probablemente debido al éxito del programa de cribado.
El programa de detección precoz, que comenzó en 1991, es uno de los pilares fundamentales en la lucha contra esta enfermedad en la región. Actualmente, logra cubrir más del 85% de las mujeres a las que está dirigido. La participación, que normalmente supera el 70%, cayó ligeramente durante el año 2020, debido a la pandemia de la COVID-19, pero ha vuelto a retomar sus niveles habituales.
Ampliación del cribado hasta los 74 años
Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se conmemora mañana, la Consejería de Salud ha anunciado una importante ampliación del programa de cribado. Para el año 2028, todas las mujeres asturianas de entre 50 y 74 años serán incluidas en la campaña de detección precoz. Actualmente, las mujeres salían del programa al cumplir los 70 años, pero con este nuevo plan, se extenderá progresivamente la edad máxima de cribado.
A partir de 2025, el cribado abarcará a mujeres de hasta 71 años, en 2026 llegará hasta los 72, y así sucesivamente, hasta alcanzar a todas las mujeres de 50 a 74 años en 2028. Esto supondrá un aumento significativo en la población cubierta, alcanzando un total de cerca de 200.000 mujeres.
Nuevas herramientas tecnológicas para mejorar la detección
Además de la ampliación de la franja de edad, la Consejería de Salud trabaja en la implementación de un nuevo sistema de información para mejorar la gestión y coordinación del programa de cribado. Este sistema permitirá una organización más ágil de las citas, especialmente para las mujeres que se incorporen al programa por cumplir la edad necesaria, y facilitará una evaluación continua del mismo.
Asimismo, se está promoviendo el uso de nuevas tecnologías y la implementación de estudios complementarios, siempre en consenso con los profesionales de la salud, con el objetivo de optimizar aún más la detección y tratamiento del cáncer de mama en la región.
Un futuro más esperanzador
Con estas medidas, Asturias refuerza su compromiso en la lucha contra el cáncer de mama, ofreciendo una atención más integral y efectiva. El alto índice de supervivencia en mujeres menores de 64 años es una muestra del éxito de estos esfuerzos, pero la ampliación del programa de detección precoz promete generar un impacto aún mayor en la salud de todas las mujeres asturianas en los próximos años.