cAtivistas de Greenpeace desplegaron una pancarta de 120 m² en la fachada del edificio Pereda en Santander, antigua sede del banco Santander, para denunciar la relación entre la entidad financiera y la deforestación en Brasil. La imagen, que muestra a Ana Botín, presidenta del banco, sosteniendo una motosierra y billetes saliendo de una maleta, es una crítica directa a las actividades financieras del banco que, según Greenpeace, están vinculadas a la destrucción de los bosques amazónicos y otros biomas brasileños.
El banco Santander y la deforestación
Según la organización ecologista, el banco Santander es el mayor financiador internacional de empresas responsables de la deforestación en Brasil, apoyando a gigantes de la industria cárnica como JBS, Marfrig y Minerva, que transforman bosques en pastos para ganado y cultivos de soja. Esta conexión coloca a Santander en el centro de la controversia ambiental, siendo señalado como cómplice de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.
Acción de Greenpeace: "Deforestando"
La pancarta es una parodia de la reciente campaña publicitaria del banco, en la que la entidad promete un engañoso "Bienestando" a sus clientes. Greenpeace ha modificado el eslogan a "Deforestando", resaltando las contradicciones entre la imagen pública del banco y su implicación en actividades que dañan gravemente los ecosistemas brasileños.
Miguel Ángel Soto, portavoz de la campaña de bosques de Greenpeace España, afirmó: "Desde hace años hemos advertido al banco Santander sobre los impactos de su apoyo financiero a las empresas responsables de la deforestación en Brasil, pero siguen actuando con impunidad debido a la falta de regulación en el sector financiero."
La lucha contra la deforestación
Según informes recientes, la deforestación en el bioma Cerrado se incrementó un 43% en 2023 respecto al año anterior, y los incendios forestales arrasaron más de 22 millones de hectáreas en 2024, un área equivalente al 85% de la superficie forestal española. El cambio climático, exacerbado por la deforestación, está impulsando sequías inéditas en Brasil, lo que favorece el uso ilegal del fuego por parte del sector agropecuario.
JBS, la mayor productora mundial de proteína animal, está en el centro del problema. A pesar de sus promesas de eliminar la deforestación de su cadena de suministro para 2021, ha incumplido y pospuesto sus objetivos hasta 2025 y 2035, mientras continúa siendo señalada por su impacto ambiental. El banco Santander, principal financiador de esta empresa, sigue recibiendo duras críticas por su apoyo económico.
Una llamada a la acción en la Unión Europea
Greenpeace insta al Gobierno español y a las instituciones europeas a oponerse al aplazamiento del Reglamento de Lucha contra la Deforestación Importada, que podría retrasar la entrada en vigor de regulaciones clave para frenar el financiamiento de empresas que destruyen ecosistemas. Soto enfatizó la importancia de incluir al sector financiero en estas normativas: "Es esencial detener el flujo financiero hacia quienes promueven la destrucción de la naturaleza".
La acción de Greenpeace pone de relieve la urgencia de actuar para frenar el avance de la deforestación y preservar la biodiversidad, en un momento en que la comunidad internacional se prepara para la 16ª Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) en Cali, Colombia.