Kirk desata el caos en Asturias: vientos huracanados, lluvias torrenciales y la amenaza de una nueva galerna

Kirk desata el caos en Asturias: vientos huracanados, lluvias torrenciales y la amenaza de una nueva galerna

La borrasca Kirk ha impactado con furia en Asturias, dejando un reguero de destrucción y caos a su paso. Las rachas de viento han alcanzado velocidades superiores a los 200 km/h en zonas altas como el refugio de Urriellu, convirtiendo el martes en una jornada de alerta máxima. La AEMET ha activado avisos rojos en Picos de Europa y naranjas en la costa, donde el oleaje ha superado los siete metros, azotando sin piedad la línea litoral y provocando el cierre de puertos y paseos marítimos en localidades como Ribadesella.

Los efectos del temporal se han sentido en cada rincón de la región. Árboles arrancados han bloqueado carreteras y líneas ferroviarias, dificultando el acceso a zonas montañosas y aislando comunidades. En el valle del Nalón, los deslizamientos de tierra y la caída de ramas han obstaculizado las vías principales. Las autoridades han tenido que cerrar parques como el Campo San Francisco en Oviedo y el Parque Ferrera en Avilés para evitar accidentes, ya que el riesgo de desprendimientos de cornisas y estructuras es extremo.

La situación en el litoral ha sido especialmente crítica. Las olas gigantes han golpeado con fuerza la costa oriental, generando el aviso de galerna y obligando a amarrar la flota pesquera. Los pescadores en Puerto de Vega han suspendido todas las salidas, mientras que en Tapia de Casariego se cerró la plaza principal por seguridad. En el aeropuerto de Asturias, el temporal ha obligado a desviar vuelos procedentes de Málaga y Bolonia, causando trastornos en el tráfico aéreo en todo el norte de la península.

A pesar de que Kirk se debilitó al llegar a España, sus efectos han sido devastadores. El martes comenzó con temperaturas insólitamente altas, alcanzando 28 grados en Gijón, lo que intensificó la potencia de la borrasca al encontrarse con una atmósfera cargada de humedad. La lluvia ha sido incesante, con acumulaciones que han superado los 50 litros por metro cuadrado en menos de 12 horas, provocando inundaciones en zonas bajas y el desbordamiento de ríos en el oriente.

Las autoridades advierten que lo peor podría estar por llegar. La AEMET ha pronosticado la llegada de una nueva borrasca atlántica para el fin de semana, que traerá más lluvias intensas y fuertes vientos. La población debe mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de emergencia: evitar desplazamientos innecesarios, asegurar objetos sueltos en viviendas y mantenerse alejada de zonas costeras y boscosas donde el riesgo de accidentes es alto.

Este temporal ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante fenómenos meteorológicos extremos. Con un sistema de emergencias saturado y daños materiales que aún no han sido calculados, Asturias enfrenta días difíciles en su lucha por volver a la normalidad.

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