La Universidad de Oviedo y FUNCAS han publicado un estudio que analiza cómo las crisis económicas han impulsado la adopción de estrategias de educación financiera a nivel mundial. Esta investigación destaca la importancia de la educación financiera en el contexto de la resiliencia económica y el crecimiento sostenido, mostrando cómo los países de la OCDE han implementado políticas para mejorar las competencias financieras de sus ciudadanos, especialmente en respuesta a los desafíos económicos.
El estudio se divide en dos fases: la primera examina los factores que motivan la adopción de políticas educativas financieras en los países de la OCDE, mientras que la segunda se enfocará en el impacto de estas políticas en las competencias financieras de los jóvenes estudiantes. Los resultados iniciales revelan que, aunque el espectro político de los gobiernos no influye significativamente en estas políticas, sí lo hacen factores culturales e institucionales, como la orientación a largo plazo y la libertad empresarial.
Impacto de las crisis económicas en la educación financiera
Los hallazgos muestran que la crisis financiera global de 2008 fue un catalizador para que los países adoptaran estrategias de educación financiera. Mientras que en 2005 solo un país contaba con una política formal en este ámbito, en 2017 el número ascendió a 25, incluyendo a España, que fue pionera con el Plan de Educación Financiera en 2008. Estas estrategias han buscado aumentar la inclusión y la estabilidad financiera, mejorando el bienestar de la población.
El papel de los factores culturales y económicos
El estudio también destaca que en las sociedades con una fuerte orientación a largo plazo, se valora más la educación financiera como herramienta para asegurar el futuro. Asimismo, la adopción de estas políticas es más común en países con menor libertad empresarial y PIB per cápita, lo que refleja la necesidad de fortalecer la resiliencia económica en contextos más desafiantes.
Desafíos y oportunidades para el futuro
El informe subraya la necesidad de seguir avanzando en la implementación de políticas educativas en finanzas, ya que solo un 39% de los adultos en la OCDE alcanza la competencia mínima en esta área. Además, se plantea la importancia de mejorar las habilidades financieras de los jóvenes, quienes enfrentan un mundo cada vez más complejo desde el punto de vista económico.
La investigación continuará con un análisis del impacto de estas políticas en la juventud, lo que permitirá identificar las mejores prácticas para mejorar la cultura financiera a nivel global.