El polvorín de Oriente Medio: Quién es quién en este conflicto sin fin con profundas raíces históricas

El polvorín de Oriente Medio: Quién es quién en este conflicto sin fin con profundas raíces históricas

El conflicto entre Israel y Hezbollah, en el contexto de la reciente escalada bélica en la región, es solo la última fase de una compleja historia de tensiones que involucra a actores clave como Irán, Hamas, y Siria. Para entender la naturaleza de este enfrentamiento, es necesario desglosar los orígenes, la evolución de Hezbollah como organización y la geopolítica que se ha desarrollado durante décadas en el Oriente Medio.

Parte I: Orígenes del conflicto

La creación del Estado de Israel en 1948 marcó el inicio de las tensiones en el Oriente Medio, con los países árabes, incluyendo Líbano, negándose a reconocer su legitimidad. Aunque Líbano no fue un actor central en la guerra árabe-israelí de 1948, el flujo masivo de refugiados palestinos hacia el sur del país alteró la demografía y sembró las semillas del conflicto interno libanés.

El sur del Líbano, predominantemente chiita, se convirtió en un campo fértil para las tensiones. La llegada de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), expulsada de Jordania en los años 70, exacerbó los conflictos entre las comunidades cristianas y musulmanas del Líbano, ya que la OLP utilizaba este territorio como base para lanzar ataques contra Israel.

En 1982, Israel invadió el sur de Líbano en la operación "Paz para Galilea", con el objetivo de expulsar a la OLP y establecer un gobierno afín en Beirut. Aunque la OLP fue desplazada, este movimiento dio lugar a la creación de Hezbollah, una milicia chiita radical respaldada por Irán y entrenada por Siria. Así comenzó la conexión directa de Hezbollah con el régimen iraní, que veía en esta milicia una herramienta clave para expandir su influencia en el mundo árabe y desafiar a Israel.

Parte II: El Eje de Resistencia: Hezbollah, Irán y Siria

Hezbollah se consolidó rápidamente como un jugador clave en el Líbano. No solo operaba como una milicia armada, sino también como una fuerza política influyente, con representación en el parlamento libanés. Este grupo fue fundamental para la estrategia de Irán en la región, conocida como el Eje de Resistencia, que también incluye a grupos como Hamas y milicias en Irak y Siria.

Irán ha proporcionado miles de millones de dólares en armas, entrenamiento y apoyo logístico a Hezbollah. Este respaldo ha permitido a Hezbollah acumular un impresionante arsenal de cohetes y misiles, que ha utilizado contra Israel en numerosas ocasiones, especialmente durante la Guerra de 2006.

Siria, por su parte, ha sido un importante corredor para la entrega de armas iraníes a Hezbollah, consolidando aún más la alianza entre estos tres actores. Desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, Hezbollah ha desempeñado un papel crucial al apoyar al régimen de Bashar al-Asad, lo que le ha dado experiencia militar y le ha permitido fortalecer su posición estratégica en la región.

Parte III: Hezbollah, Israel y la frontera del sur del Líbano

Aunque Israel se retiró del sur del Líbano en el año 2000, el conflicto no terminó. Hezbollah continuó utilizando este territorio como base para sus ataques, lo que llevó a la Guerra de 2006, en la que el grupo sorprendió al mundo con su capacidad de resistencia frente a las fuerzas israelíes. A pesar de las graves pérdidas económicas y humanas sufridas por Líbano, Hezbollah emergió de este conflicto más fuerte que nunca, consolidando su control sobre el sur del país y aumentando su arsenal de misiles.

En la actualidad, Hezbollah sigue siendo una amenaza constante para Israel, con un arsenal estimado en más de 150,000 misiles y cohetes. Israel ha lanzado múltiples ataques selectivos contra posiciones de Hezbollah en Líbano y Siria, pero la milicia sigue siendo capaz de lanzar ataques con relativa regularidad.

Parte IV: La nueva escalada: De Gaza al norte de Israel

El 7 de octubre de 2023, Hamas, el grupo militante que controla la Franja de Gaza, lanzó un ataque masivo contra Israel, matando a más de 1,200 personas y secuestrando a 251 rehenes, de los cuales 101 permanecen añun secuestrados. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva devastadora contra Gaza. Hezbollah, como aliado de Hamas y parte del mismo eje respaldado por Irán, comenzó a lanzar cohetes contra Israel desde el norte, creando un segundo frente para Israel.

Desde entonces, la situación ha escalado. En julio y agosto de 2024, la lucha entre Israel y Hezbollah alcanzó un nuevo nivel de intensidad. Israel ha llevado a cabo operaciones significativas, incluyendo el asesinato de altos comandantes de Hezbollah y ataques a sus instalaciones estratégicas. Estos ataques culminaron en septiembre con la muerte del líder histórico de Hezbollah, Hassan Nasrallah, un golpe devastador para la organización.

A pesar de los esfuerzos de Israel por desmantelar la infraestructura militar de Hezbollah, la organización ha continuado lanzando ataques esporádicos, exacerbando la situación y desplazando a más de 100,000 personas tanto en Líbano como en Israel.

Parte V: Irán y el rol regional

El rol de Irán en este conflicto no puede subestimarse. Irán ha utilizado a Hezbollah como un instrumento clave para proyectar su poder en la región y desafiar a Israel. Los ataques israelíes contra Hezbollah son, en muchos casos, vistos como una forma de limitar la influencia de Irán en Oriente Medio. En respuesta a los ataques contra Hezbollah, Irán ha lanzado misiles balísticos contra Israel, elevando aún más el riesgo de una guerra regional.

El futuro incierto de la región

El conflicto entre Israel y Hezbollah, junto con la participación de Irán y Hamas, ha llevado a la región a un punto crítico. Aunque Israel ha logrado algunos éxitos militares, la posibilidad de una guerra a gran escala sigue siendo alta. El destino del Líbano también es incierto, ya que Hezbollah sigue siendo una de las fuerzas más poderosas del país, pero ahora enfrenta preguntas sobre su liderazgo y capacidades después de la muerte de Nasrallah.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando con preocupación, preguntándose si el conflicto se extenderá a otros países vecinos y qué papel jugarán potencias como Estados Unidos o Rusia en esta guerra sin fin en Oriente Medio.

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