Durban (Sudáfrica). “Nosotros estamos pagando los platos rotos de una fiesta a la que no fuimos invitados”, expresó el ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez, al ilustrar los problemas que ya está generando el cambio climático en la región centroamericana, debido al incremento de gases de efecto invernadero que producen los países desarrollados.
Esta mañana, durante una conferencia de prensa desarrollada a las 3:00 de la tarde en Durban, Sudáfrica, 7:30 a.m. en El Salvador, los ministros y viceministros de los ocho países que conforman el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), expusieron su postura como bloque en la sede de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC).
El ministro de Medio Ambiente salvadoreño, en su calidad de presidente Pro Témpore de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), destacó que los puntos prioritarios de la posición son el financiamiento para la adaptación y la búsqueda de compromisos serios por parte de los países desarrollados para la disminución de los gases de efecto invernadero.
El titular salvadoreño, quien habló a nombre de Belice, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Panamá, República Dominicana y El Salvador, dijo que en los últimos años la región centroamericana se ha visto afectada por los fenómenos climáticos que han causado costosos estragos.
El ejemplo más reciente fue la Depresión Tropical 12, que dejó 2 mil millones de dólares en pérdidas y daños según una evaluación realizada por los gobiernos de la región con el apoyo de la Comisión de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El funcionario agregó que es importante que en las negociaciones de alto nivel, que iniciaron esta semana, se acuerde la operativización del Fondo Verde del Clima que permita a los países del SICA ejecutar medidas de adaptación urgentes, así como el fomento de las capacidades a mediano y largo plazo.
Rosa Chávez agregó que es necesario un “arranque rápido del financiamiento climático para países altamente vulnerables como los del SICA” y mencionó que en el Portal de Financiamiento que ha establecido el Secretariado de la Convención, los países del SICA han sido recipientes de $23 millones para adaptación bajo los fondos FastStartque representan solo el 1%. “Esa cifra no es la mejor muestra de seriedad de los compromisos en materia de financiamiento climático”, recalcó.
El viceministro de Panamá, Silvano Vergara, también opinó que el bloque tiene expectativas sobre lograr un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto, que caduca en el 1012 y en el que se obliga a los países desarrollados a reducir los gases, y recalcó que es importante que el resto de delegaciones reconozcan la vulnerabilidad de la región centroamericana.
El jefe de la delegación de Guatemala, Luis Ferraté habló sobre los efectos negativos del cambio climático relacionado a la pérdida de vidas humanas, los problemas que genera en los servicios básicos y de cómo socava los esfuerzos que la región por alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
Por su parte el Ministro Secretario de la Presidencia para Políticas Nacionales de Nicaragua, Paul Oquist, dijo que los países de Centroamérica y el Caribe son afectados por tres procesos interrelacionados relacionados al cambio climático: la posibilidad de tener un desarrollo sostenible, los esfuerzos por reducir la pobreza y los esfuerzos por alcanzar las Metas del Milenio.
“Lo esfuerzos por reducir los índices de la pobreza y los esfuerzos de adaptación están íntimamente relacionados y esto tiene que ser nuestra prioridad”, reiteró el representante de Nicaragua.
El ministro de Honduras, Rigoberto Cuellar, consideró que uno de los esfuerzos principales que ha dado la región es precisamente presentar una postura como bloque y no de manera individual.
El titular salvadoreño finalizó la conferencia reiterando que los países centroamericanos ya están sufriendo pérdidas masivas y el financiamiento no está fluyendo al nivel requerido lo que se está convirtiendo en un asunto de gobernabilidad para los países de la región.
“Si nosotros no abordamos este problema, la única manera de como las personas van a responder es a través de la migración. Hemos sido claros con los amigos del Norte, que si no abordamos seriamente esta situaciónque se preparen para olas muy grandes de inmigrantes ilegales y no habrá una barrera lo suficientemente alta para pararlos”, concluyó Rosa Chávez.