La situación de los pensionistas en España se enfrenta a un nuevo desafío, con tiempos difíciles a la vista. Según lo anunciado en el último Decreto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 25 de junio, el gobierno retirará, a partir del 1 de octubre, la rebaja del IVA aplicada a productos de primera necesidad como legumbres, frutas, verduras, pan, leche y aceite de oliva, entre otros. Estos productos, que hasta ahora se beneficiaban de un IVA del 0%, verán aumentada su tasa al 2% hasta enero de 2025, cuando subirá nuevamente al 4%. Además, productos como las pastas alimenticias y los aceites de semillas experimentarán una subida progresiva, pasando del 5% al 7,5% y luego al 10% a principios de año.

Esta medida ha generado gran preocupación entre los pensionistas, ya que, a pesar de los aumentos previstos en las pensiones para el próximo año, estos podrían verse absorbidos por el encarecimiento de la cesta básica debido a la subida del IVA. Cabe recordar que las bajadas previas del IVA, según denuncian, no impidieron que los precios de la cesta básica aumentaran un 10% el año pasado, beneficiando principalmente a las grandes cadenas distribuidoras como Aldi, Alcampo, Mercadona, Carrefour, Día, Eroski y Hipercor, que lograron mejorar sus resultados financieros a costa de la crisis energética desatada por la guerra en Ucrania.

El movimiento pensionista critica fuertemente al gobierno por permitir la especulación y el enriquecimiento de una minoría, mientras la mayoría sufre las consecuencias económicas. La subida de precios en los alimentos básicos y el encarecimiento de servicios esenciales como la luz, el gas y la gasolina están generando pobreza energética que afecta gravemente a los pensionistas y otros sectores vulnerables de la población.

Retirada de ayudas y nuevas reclamaciones

Además de la subida del IVA, el gobierno ha anunciado la retirada del bono recurrente para usuarios de transporte de media y corta distancia, que es utilizado por numerosos trabajadores para desplazarse a sus puestos de trabajo. Esta decisión se suma a la creciente preocupación sobre la falta de ayudas directas que realmente beneficien a los ciudadanos, mientras los recursos económicos se desvían hacia gastos militares y el apoyo a conflictos internacionales.

Ante esta situación, el movimiento pensionista ha emitido una serie de reivindicaciones claras, entre las que destacan:

• La asignación de recursos económicos suficientes para los gastos sociales.
• Pensiones dignas, equiparando la pensión mínima al Salario Mínimo Interprofesional.
• La devolución del dinero que se utilizó de la caja de la Seguridad Social para otros gastos, exigiendo la realización de una auditoría votada por el Congreso.
• El mantenimiento del poder adquisitivo tanto de salarios como de pensiones.
• El fin de la brecha de género en las pensiones.
• La derogación de leyes que fomentan la privatización del Sistema de Pensiones Públicas.

Convocatoria a la movilización del 26 de octubre en Madrid

En respuesta a estos desafíos, el movimiento pensionista ha convocado una gran manifestación para el próximo 26 de octubre en Madrid. Con el lema "Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas, los derechos y los servicios públicos se DEFIENDEN", los pensionistas y otros colectivos sociales se preparan para salir a las calles de la capital y exigir la protección de sus derechos.

Con hashtags como #El26OctubreTodxsAMadrid y #LaMovilizaciónNuestraFuerza, la convocatoria se ha hecho viral, animando a la ciudadanía a unirse y reclamar una solución a la creciente crisis económica que amenaza con empobrecer aún más a los sectores más vulnerables de la población.

La Comisión de Organización y Portavocía del movimiento pensionista urge a todas las personas afectadas por estas medidas a participar en la manifestación, subrayando la importancia de la movilización social para garantizar un futuro más justo y equitativo para los pensionistas y el resto de la sociedad.