La Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha destinado 170.000 euros en ayudas a asociaciones de defensa sanitaria ganadera, fundamentales para el control y erradicación de enfermedades que afectan al sector. Este año, las subvenciones han experimentado un aumento del 15% respecto a 2023, lo que refuerza la apuesta del gobierno asturiano por optimizar la producción ganadera y garantizar la calidad sanitaria.
Las ayudas, que beneficiarán a 20 asociaciones que agrupan a pequeñas y medianas explotaciones, han sido publicadas hoy en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). Estas entidades juegan un papel clave en la prevención y control de enfermedades, siendo esenciales para asegurar la rentabilidad de las explotaciones y proteger a los animales ante posibles patologías exóticas o brotes de enfermedades con alta transmisibilidad.
Las asociaciones beneficiarias, que engloban un total de 1.994 explotaciones y una cabaña de 107.583 reses de ganado mayor, deberán justificar las ayudas entre el 1 y 15 de noviembre, cumpliendo con las normativas establecidas por la consejería. Para garantizar la eficacia de estas subvenciones, 56 veterinarios trabajan en estrecha colaboración con las agrupaciones, realizando labores de vigilancia pasiva sobre patologías de declaración obligatoria y manteniendo a Medio Rural informado sobre cualquier sospecha de enfermedades que puedan convertirse en epidemias.
Un apoyo clave para la producción ganadera
Estas ayudas son fundamentales no solo para la mejora de la sanidad animal, sino también para potenciar la agilidad comercial de las explotaciones ganaderas y asegurar su competitividad en el mercado. Gracias al apoyo financiero del Gobierno de Asturias, las asociaciones pueden llevar a cabo actuaciones de prevención, control y lucha contra enfermedades, garantizando el buen estado de la cabaña ganadera asturiana.
El trabajo de las agrupaciones de defensa sanitaria se suma a los esfuerzos de la consejería, que se mantiene vigilante ante cualquier riesgo sanitario que pueda afectar al sector ganadero. Estas entidades, al actuar como primera línea de defensa, son vitales para evitar la propagación de enfermedades que podrían comprometer la producción y la salud del ganado.