El mundo empresarial asturiano y la industria naviera internacional se visten de luto por la pérdida de Gonzalo Alvargonzález Figaredo, un hombre cuya vida y legado dejaron una huella imborrable en el panorama global. Su fallecimiento tras una larga enfermedad no solo deja un vacío en la dirección del Grupo Alvargonzález y Ership, sino también en los corazones de quienes lo conocieron como empresario, filántropo y, sobre todo, como ser humano cercano y generoso.
Nacido en Gijón en 1957, Gonzalo provenía de una familia que siempre estuvo vinculada al mar. Hijo de Juan Alvargonzález y Dominica Figaredo, creció en el seno de una estirpe marcada por los valores del esfuerzo y la visión de futuro. Junto a su hermano Romualdo, fundó Ership, una compañía que transformaría la naviera local en un coloso internacional, con presencia en más de 40 puertos en países como Estados Unidos, China, Colombia y Panamá. Sin embargo, para Gonzalo, el corazón de su empresa siempre permaneció en Asturias, especialmente en el puerto de El Musel, donde se comprometió con numerosas inversiones para fortalecer la actividad económica de la región.
Un líder discreto, un hombre de familia
Gonzalo fue descrito por quienes lo conocieron como un hombre afable y cercano, valores que llevó tanto a su vida personal como profesional. Era el menor de una gran familia de once hermanos, a quienes siempre estuvo profundamente unido. Su humildad y su respeto hacia los demás lo convirtieron en un líder muy querido en todos los ámbitos en los que se movió. Pese a sus innumerables logros, nunca buscó protagonismo personal; prefería que los éxitos fueran atribuidos al grupo que dirigía con tanta dedicación.
La pérdida de su hermano Romualdo a finales de 2022 en un trágico accidente de tráfico marcó profundamente a Gonzalo, pero también le dio la responsabilidad de asumir el mando completo de la empresa familiar. Romualdo y Gonzalo formaron un tándem único en el mundo empresarial, compartiendo no solo la gestión de la compañía, sino también el compromiso con Asturias y la pasión por el desarrollo sostenible del negocio naviero.
Compromiso con su tierra y el mar
El legado de Gonzalo no se limita a los negocios. Desde joven, siempre tuvo un profundo amor por el mar y la Armada. Fue el primer español en formar parte de la directiva de la Baltic International Maritime Council (BIMCO), la asociación de navieros más importante del mundo. Su papel en la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), donde fue vicepresidente, también subrayó su compromiso con la industria marítima y su visión de llevar el nombre de Asturias a todas las costas del mundo.
A pesar de sus responsabilidades internacionales, Gonzalo nunca olvidó su compromiso con su tierra natal. Su labor filantrópica, especialmente a través de la Fundación Alvargonzález, ha sido fundamental para el desarrollo cultural de Asturias. La Fundación, creada por su padre en 1992, ha financiado becas, conferencias y exposiciones, convirtiéndose en una piedra angular del apoyo a la cultura local y al arte asturiano.
Un hombre de corazón generoso
Más allá de su capacidad empresarial, Gonzalo Alvargonzález será recordado por su calidez humana. Fiel seguidor del Sporting de Gijón, disfrutaba de las cosas sencillas: los paseos por la costa asturiana, las reuniones familiares y la compañía de sus amigos más cercanos. A pesar de los desafíos que la vida le presentó, siempre afrontó cada situación con serenidad y humildad, características que inspiraron a quienes lo rodeaban.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado al mundo empresarial y social de Asturias, con numerosas figuras expresando su pesar. Borja Sánchez, consejero de Ciencia y Empresas del Principado, lamentó la pérdida de "un visionario que apostó por el desarrollo de la región", mientras que María Calvo, presidenta de FADE, destacó su generosidad y compromiso con el tejido empresarial asturiano. Desde la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido subrayó la relación especial de Gonzalo con el puerto de El Musel, y cómo su legado continuará impulsando el desarrollo de la actividad marítima en la región.
Un legado que perdurará
Con su partida, Gonzalo deja un legado imborrable. No solo consolidó un imperio empresarial que seguirá creciendo bajo la dirección de las nuevas generaciones, sino que también dejó una profunda marca en la historia empresarial de Asturias y del mundo. La memoria de Gonzalo Alvargonzález Figaredo perdurará en los puertos que ayudó a modernizar, en las vidas de quienes trabajaron a su lado y en la historia del mar, ese mar que siempre fue su pasión.
El homenaje más grande a su vida será continuar su labor, con el mismo respeto, integridad y visión de futuro que él inculcó en todos los que tuvieron la fortuna de conocerlo. Gonzalo no solo fue un empresario ejemplar, fue un hombre de familia, un amante del mar y un asturiano orgulloso de sus raíces, que siempre apostó por el progreso y el bienestar de su tierra.