El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales subvenciona 49 proyectos empresariales para mejorar la salud y seguridad en el trabajo, reforzando el compromiso con la prevención de accidente

El Gobierno del Principado de Asturias reafirma su compromiso con la mejora de la seguridad laboral al destinar 618.000 euros a proyectos que buscan reducir los riesgos en los entornos de trabajo. A través del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales (IAPRL), dependiente de la Consejería de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, se han concedido subvenciones a 49 empresas asturianas para financiar mejoras en maquinaria, equipos e instalaciones, con el objetivo de reforzar la seguridad y salud de sus trabajadores.

Esta iniciativa forma parte del plan +Prevención+Empresa, diseñado para promover una mejora continua en las condiciones de trabajo y disminuir la siniestralidad laboral. Desde la puesta en marcha de este programa en 2017, el Principado ha destinado 4,2 millones de euros a la modernización y adaptación de las empresas asturianas en materia de seguridad laboral.

De las 49 ayudas otorgadas este año, 46 han sido subvencionadas en su totalidad, mientras que 3 se han concedido parcialmente, cubriendo diversas mejoras tecnológicas y técnicas que permitan eliminar o minimizar los riesgos asociados a las actividades laborales. El plan tiene como prioridad actualizar las herramientas y medios de las empresas para garantizar entornos de trabajo más seguros y saludables.

Además de estas subvenciones, el IAPRL ha lanzado una nueva convocatoria de ayudas en régimen de concurrencia competitiva, con una dotación de 100.000 euros. Estas ayudas están dirigidas a financiar actividades de prevención de riesgos laborales, abarcando desde la retribución de personal especializado hasta la compra de equipos, materiales de apoyo y otros gastos asociados a la implementación de medidas preventivas.

Con estas acciones, el Principado busca consolidar una cultura de prevención en las empresas asturianas, asegurando que los avances tecnológicos y las mejoras en infraestructuras se traduzcan en una mayor protección para los trabajadores. La reducción de la siniestralidad laboral y la creación de espacios de trabajo más seguros son parte de los objetivos prioritarios del plan, que seguirá siendo clave en los próximos años.