Abogado desafiando a la historia: demanda a Israel e Italia por la crucifixión de Jesús ante la Corte Internacional de Justicia

Abogado desafiando a la historia: demanda a Israel e Italia por la crucifixión de Jesús ante la Corte Internacional de Justicia

En 2013, el abogado keniano Dola Indidis protagonizó una de las demandas más insólitas en la historia del derecho internacional. Indidis presentó una querella ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, solicitando la anulación del juicio y crucifixión de Jesucristo, acontecimiento que tuvo lugar hace más de 2.000 años. En su demanda, acusa a figuras históricas como Poncio Pilato, Herodes, el emperador Tiberio, y a varios líderes judíos que formaron parte del proceso, exigiendo además que los estados modernos de Israel e Italia se hagan responsables de este hecho, como sucesores de los antiguos gobiernos implicados.

Un caso polémico que desafía al tiempo y al derecho

Indidis, un devoto católico y ex portavoz del Poder Judicial de Kenia, sostiene que su motivación no es otra que restaurar la dignidad de Jesús, quien, según él, fue víctima de una prosecución selectiva y maliciosa. El abogado basa su argumentación en los Evangelios, afirmando que el juicio de Jesús estuvo plagado de abuso de autoridad, prejuicios y violaciones de derechos humanos. En entrevistas, ha señalado que los registros bíblicos contienen pruebas suficientes para demostrar que el proceso legal no cumplió con las normativas vigentes, ni entonces ni ahora.

La particularidad de esta demanda ha captado la atención de medios y público en general, generando una mezcla de curiosidad, escepticismo y debate. A pesar de que los acusados —Pilato, Herodes y el propio Tiberio— han estado muertos durante milenios, Indidis afirma que los actuales estados de Italia e Israel, como sucesores de Roma y Judea, deben asumir la responsabilidad de los crímenes de sus antecesores.

La respuesta de la Corte Internacional de Justicia

A pesar de lo inusual del caso, la Corte Internacional de Justicia formó un panel preliminar para evaluar la demanda. No obstante, rápidamente declaró que carece de jurisdicción para llevar adelante el proceso, ya que su mandato se limita a resolver disputas entre estados soberanos. La corte subrayó que no es posible siquiera considerar el caso de Indidis desde un punto de vista teórico.

El contexto histórico y las repercusiones actuales

El caso de Indidis, aunque rechazado por la CIJ, ha provocado un intenso debate sobre los límites del derecho internacional y la posibilidad de revisar hechos históricos tan antiguos bajo el prisma de la legislación moderna. Mientras algunos observan la demanda como una forma de justicia poética, otros la consideran un desafío legal absurdo. Sin embargo, lo que es innegable es que esta acción ha generado una discusión sobre cómo interactúan historia, religión y derecho en el contexto contemporáneo.

Indidis sigue firme en su objetivo, a pesar de los obstáculos legales. En una reciente declaración, expresó su deseo de que su caso sea resuelto durante su vida, manteniendo que tiene una “alta probabilidad de éxito”. Según él, la evidencia bíblica y los hechos registrados en los Evangelios son suficientes para cuestionar la legalidad del juicio de Jesús, y espera que la historia le dé la razón.

Implicaciones religiosas y diplomáticas

Este insólito caso también ha planteado cuestiones sobre las relaciones diplomáticas entre las naciones involucradas, aunque Israel e Italia no han emitido declaraciones formales sobre la demanda. Algunos sectores religiosos, especialmente en África, han expresado apoyo a Indidis, mientras que otros lo ven como un acto simbólico que busca reconocimiento y justicia moral más que una resolución legal práctica.

La demanda de Dola Indidis ha trascendido fronteras y épocas, trayendo al presente uno de los juicios más conocidos de la historia. A pesar de los claros obstáculos legales y la falta de jurisdicción de la CIJ, este caso ha puesto de nuevo en el centro del debate la relación entre derecho, historia y religión, y ha suscitado preguntas sobre los límites del sistema legal internacional. Si bien es poco probable que la crucifixión de Jesús sea anulada legalmente, el caso de Indidis es un recordatorio de la persistente intersección entre pasado y presente, y del deseo de muchos de buscar justicia incluso para los eventos más antiguos de la humanidad.

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