En los últimos días, el mundo ha vuelto a enfrentarse a una noticia aterradora: un brote de la fiebre de Marburgo se ha extendido en Ruanda, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia global. Este virus, que ha causado estragos en otras partes de África en el pasado, tiene una tasa de mortalidad de hasta el 90%, lo que lo convierte en uno de los patógenos más mortales conocidos hasta la fecha. Con síntomas aterradores y una ausencia total de una vacuna aprobada, el mundo está en alerta máxima.
¿Qué es la fiebre de Marburgo?
La fiebre de Marburgo es una enfermedad vírica hemorrágica que pertenece a la misma familia del virus del Ébola, otro virus mortal que ha afectado a grandes regiones de África. Fue identificada por primera vez en 1967, cuando varios brotes simultáneos ocurrieron en Marburgo y Frankfurt, en Alemania, así como en Belgrado, Serbia. El origen de estos primeros brotes fue el contacto con monos verdes africanos importados de Uganda para investigaciones científicas.
Este virus altamente infeccioso se propaga entre humanos a través del contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, como sangre, saliva, orina y sudor. También puede transmitirse por superficies y materiales contaminados con dichos fluidos. A medida que avanza el brote en Ruanda, el riesgo de contagio a otros países y continentes es una preocupación creciente.
Síntomas alarmantes
El periodo de incubación del virus Marburgo varía entre 2 y 21 días, lo que significa que una persona infectada puede no mostrar síntomas hasta casi tres semanas después de la exposición, aumentando la posibilidad de una propagación inadvertida. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, dolor de cabeza severo y fatiga extrema. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, los síntomas se vuelven más dramáticos y letales:
- Dolor de garganta intenso
- Sarpullido en el cuerpo
- Diarrea profusa
- Náuseas y vómitos
- Hemorragias nasales, sangrado de encías y otros tipos de sangrado
- Sangrado de los ojos, que es uno de los síntomas más escalofriantes
- Hemorragias internas masivas que llevan a la insuficiencia orgánica múltiple
La tasa de mortalidad, que puede llegar al 90%, depende en gran medida de la capacidad del sistema inmunológico del paciente y de la rapidez con la que se reciban cuidados médicos. Sin embargo, en áreas con sistemas de salud débiles o sobrecargados, como muchas partes de África, los recursos para manejar un brote de esta magnitud pueden ser insuficientes.
¿Por qué es tan peligrosa la fiebre de Marburgo?
Lo que hace que este brote sea tan aterrador no solo es la elevada tasa de mortalidad, sino también la ausencia de tratamientos aprobados o una vacuna que pueda prevenir o mitigar los efectos del virus. A diferencia de otras enfermedades que han sido controladas con inmunización masiva, la fiebre de Marburgo no tiene una vacuna aprobada por la OMS en este momento, y los tratamientos actuales solo se enfocan en aliviar los síntomas y mantener al paciente hidratado.
Aunque algunos tratamientos experimentales han sido probados en brotes anteriores, la falta de una cura definitiva o una vacuna eficaz deja a las autoridades sanitarias en una carrera contrarreloj para contener el virus antes de que cruce las fronteras de Ruanda.
Respuesta internacional y esfuerzos de contención
La Organización Mundial de la Salud ha desplegado equipos de emergencia en Ruanda y ha emitido advertencias a los países vecinos para aumentar la vigilancia y la preparación en caso de que el virus traspase las fronteras. En las zonas afectadas, se han implementado medidas de cuarentena estricta y se están estableciendo centros de tratamiento para aislar y atender a los pacientes infectados.
Se está pidiendo a la comunidad internacional que brinde apoyo tanto financiero como logístico para ayudar a contener el brote y evitar que la fiebre de Marburgo se convierta en una pandemia global. Sin embargo, la preocupación radica en el hecho de que muchos países, aún recuperándose de los efectos del COVID-19, podrían no estar lo suficientemente preparados para enfrentar una nueva amenaza sanitaria de esta magnitud.
Comparación con el Ébola y otros brotes virales
Si bien el virus Marburgo pertenece a la misma familia que el Ébola, su impacto puede ser incluso más letal. Los brotes de ébola han devastado países como Sierra Leona, Guinea y Liberia, dejando miles de muertos y sistemas de salud en ruinas. A pesar de las similitudes entre ambos virus, la fiebre de Marburgo ha recibido menos atención a nivel global, lo que ha llevado a una falta de preparación en muchos aspectos.
Una diferencia clave es que, mientras que el ébola ya tiene vacunas y tratamientos aprobados, el virus de Marburgo sigue sin contar con estos avances, lo que lo convierte en una amenaza potencialmente más devastadora.
Lo que el futuro puede deparar
Con una tasa de mortalidad del 90%, la fiebre de Marburgo tiene el potencial de convertirse en una crisis de salud pública a escala global si no se toman medidas rápidas y eficaces para contenerla. La OMS, junto con otros organismos internacionales de salud, está trabajando arduamente para rastrear la propagación del virus y garantizar que los países estén preparados para evitar su expansión.
El brote actual en Ruanda pone de relieve la urgencia de desarrollar vacunas y tratamientos para enfermedades que han sido ignoradas o subestimadas en el pasado. A medida que los brotes virales como el COVID-19, el ébola y ahora la fiebre de Marburgo se vuelven más frecuentes, queda claro que el mundo debe estar en constante vigilancia y preparación para enfrentar estas amenazas.