En Asturias, más de 14.900 niños se enfrentan a la pobreza visual, una barrera que les impide disfrutar de una visión adecuada debido a las dificultades económicas de sus familias. Esta alarmante cifra ha sido revelada por la asociación Visión y Vida en su último informe, titulado "Radiografía de la pobreza visual infantil en España, 2024", presentado en una rueda de prensa como parte de las actividades previas al Día Mundial de la Visión, que se celebra el próximo 10 de octubre.
La asociación ha destacado que muchos menores no pueden acceder a gafas, lentes de contacto o terapias visuales necesarias para corregir sus problemas de visión, lo que supone un grave impedimento para su desarrollo académico y personal. En Asturias, la situación afecta al 11% de los menores, lo que sitúa a la comunidad como una de las más afectadas en el país, solo por detrás de Ceuta.
El estudio revela que a nivel nacional, más de 721.000 niños sufren de pobreza visual, lo que equivale a un 8,4% de la población infantil española. La presidenta de Visión y Vida, Salvador Alsina, advirtió de que este problema puede tener consecuencias devastadoras para el futuro de estos niños, ya que uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con problemas de visión no tratados.
La situación en Asturias es preocupante, y los expertos instan a la implementación de políticas públicas que garanticen que todos los menores tengan acceso a una buena salud visual. Entre las medidas reclamadas, destaca la creación de un Plan Estatal de Salud Visual que facilite las revisiones oculares periódicas en todas las etapas de la vida, especialmente en la infancia.
Otro punto importante es la necesidad de establecer sistemas de compensación económica que ayuden a las familias con menos recursos a cubrir los gastos derivados del equipamiento óptico, como gafas o lentillas, que en muchos casos son inaccesibles para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad económica.
Los resultados del informe son un llamado urgente a tomar medidas que eliminen la pobreza visual infantil, ya que los problemas de visión no tratados pueden reducir significativamente las oportunidades futuras de los niños, afectando su aprendizaje, desarrollo y calidad de vida.
La pobreza visual no solo afecta a los menores. Visión y Vida destaca la importancia de abordar esta problemática en otros grupos vulnerables, como los adultos mayores, una población que también experimenta dificultades económicas para acceder a la atención oftalmológica adecuada.
El Día Mundial de la Visión será una oportunidad para continuar concienciando sobre la importancia de la salud visual y la necesidad de adoptar medidas que beneficien a las personas más vulnerables de la sociedad.
