NASA/AM.-La misión Kepler de la NASA ha confirmado su primer planeta en la "zona habitable", la región donde el agua líquida podría existir en la superficie del planeta. Kepler también ha descubierto más de 1.000 candidatos a planetas nuevos, casi duplicando el número conocido hastas ahora. Diez de estos candidatos son parecidos a la Tierra en tamaño y por su órbita, en la zona habitable de su estrella anfitriona. Los candidatos requieren observaciones de seguimiento para verificar que son planetas viables.
El planeta recién confirmado, Kepler-22b, es el más pequeño encontrado hasta ahora con una órbita en el centro de la zona habitable de una estrella similar a nuestro sol. El planeta tiene aproximadamente 2,4 veces el radio de la Tierra. Los científicos aún no saben si Kepler-22b tiene una composición predominantemente rocosa, gaseosa o líquida, pero su descubrimiento es un paso más parade encontrar planetas como la Tierra.
"Este es un importante hito en el camino para encontrar un gemelo de la Tierra", dijo Douglas Hudgins, científico del programa Kepler de la NASA, en Washington. "Los resultados de Kepler siguen demostrando la importancia de las misiones científicas de la NASA, cuyo objetivo es responder a algunas de las preguntas más importantes acerca de nuestro lugar en el universo."
"La fortuna nos sonrió con la detección de este planeta", dijo William Borucki, investigador principal de la NASA Ames Research Center en Moffett Field, California, quien dirigió el equipo que descubrió Kepler-22b.
El equipo científico de Kepler utiliza los telescopios terrestres y el Telescopio Espacial Spitzer para revisar las observaciones de planetas candidatos que la nave espacial va encontrando. El campo de estrellas que Kepler observa en las constelaciones Cygnus y Lyra sólo puede ser visto desde observatorios terrestres en la primavera hasta principios de otoño. Los datos de estas otras observaciones ayudan a determinar qué candidatos se puede validar como planetas.
Kepler-22b se encuentra a 600 años luz de distancia. Mientras que el planeta es más grande que la Tierra, su órbita de 290 días alrededor de una estrella similar al Sol se asemeja a la de nuestro mundo. La estrella del planeta anfitrión pertenece a la misma clase que nuestro sol, del tipo llamado G, aunque es ligeramente más pequeña y fría.
Crédito de la imagen: NASA / Ames / JPL-Caltech