La fuerza naval española, ahora sí, conquista Inglaterra

La fuerza naval española, ahora sí, conquista Inglaterra

Este jueves, un evento cargado de simbolismo y orgullo nacional marcará la llegada del Galeón Andalucía a las aguas del río Támesis, en Londres. Por primera vez, esta réplica imponente de los legendarios galeones que una vez dominaron los mares surcará las aguas de su antiguo rival naval: Inglaterra. Este hecho, que tiene lugar en el marco de una visita cultural histórica, no solo nos invita a recordar el poderío naval español, sino también a reivindicar el inmenso legado de la Armada que construyó el Imperio español. El Galeón Andalucía es más que una simple recreación; es un embajador de nuestra historia, que nos permite revivir la época en la que España dominaba los mares y, por ende, gran parte del mundo.

Entre el 24 de septiembre y el 6 de octubre, el Galeón Andalucía estará anclado en St. Katherine's Dock, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de experimentar de primera mano la historia viva de nuestros antepasados marinos. La entrada de este coloso flotante en Londres simboliza el triunfo cultural y la persistencia de un legado marítimo que, a pesar del paso del tiempo, sigue influyendo en la historia naval global.

 

En este enlace puede ver su majestuosa entrada:

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El Galeón Andalucía: una proeza de la ingeniería histórica

El Galeón Andalucía es una impresionante réplica de los galeones que, durante los siglos XVI al XVIII, fueron el orgullo de la marina española. Este majestuoso barco de 51 metros de eslora fue botado en 2009, después de tres años de investigación exhaustiva en los archivos históricos de España. Su construcción requirió la participación de 150 trabajadores y 17 meses de meticulosa labor en los astilleros de Punta Umbría, Huelva.

Los galeones eran buques mercantes armados que desempeñaron un papel crucial en las expediciones marítimas de la Corona española, garantizando el comercio y la defensa del Imperio. El diseño de estas naves permitía cruzar los océanos más vastos con gran capacidad de carga, transportando bienes, colonos y soldados, al mismo tiempo que defendían las rutas de los piratas y las flotas enemigas. El Galeón Andalucía sigue esa tradición, navegando por mares de todo el mundo, desde el Atlántico hasta el Índico, evocando el espíritu de los marinos que expandieron las fronteras de la hispanidad.

 

Imagen 1: Galeón agalerado

A continuación, podemos observar una representación detallada de un Galeón agalerado, un modelo emblemático de las naves que surcaron los mares bajo el mando de marinos como Pedro Menéndez de Avilés, con características técnicas que permitieron a España dominar las rutas oceánicas durante siglos.

 

 

Pedro Menéndez de Avilés: el asturiano que desafió los océanos

Hablar de galeones es sinónimo de hablar de Pedro Menéndez de Avilés, el marino asturiano que se convirtió en una de las figuras más destacadas de la historia naval española. Nacido en Avilés en 1519, Menéndez fue un pionero en la creación de la Armada española, tanto en la estrategia naval como en la construcción de flotas. Su nombre está intrínsecamente ligado a la defensa y expansión del Imperio español, así como a la fundación de San Agustín en Florida, la ciudad más antigua de los Estados Unidos.

Menéndez de Avilés fue un visionario no solo en lo militar, sino también en lo técnico. Supervisó la construcción de galeones y otros navíos en los astilleros del Cantábrico, en especial los de Asturias, lo que permitió a la Armada española contar con barcos robustos, versátiles y armados, esenciales para mantener las rutas comerciales y defender las posesiones del imperio. Gracias a su astucia, los galeones españoles resistieron los embates de piratas y potencias enemigas durante siglos, mientras surcaban las rutas más peligrosas del mundo.

Uno de los aspectos más importantes de la labor de Menéndez fue su capacidad para integrar innovación tecnológica en sus diseños navales. Los galeones bajo su mando no solo eran rápidos y resistentes, sino también capaces de transportar grandes cantidades de mercancía, armamento y tropas, asegurando que España mantuviera su dominio en el Atlántico y el Pacífico.

Asturias: cuna de grandes navegantes y constructores navales

Asturias no solo fue la tierra natal de Menéndez de Avilés, sino también una región clave en la construcción naval durante el Siglo de Oro español. Desde los astilleros de Avilés y Gijón, los galeones y fragatas que zarparon de estas costas fueron decisivos en la expansión del Imperio. Los constructores asturianos, conocidos por su pericia y dedicación, jugaron un papel fundamental en el desarrollo de la marina española, produciendo algunos de los barcos más avanzados de su tiempo.

La tradición naval asturiana ha dejado una marca imborrable en la historia. Cada barco construido en estos astilleros llevaba consigo el conocimiento acumulado de generaciones de artesanos que, bajo la supervisión de hombres como Pedro Menéndez de Avilés, forjaron las naves que transportaron el poder español por el mundo.

 

Imagen 2: Fragata

Aquí se presenta una fragata de diseño español, modelo que reflejaba la evolución técnica de los astilleros del Cantábrico, como los de Asturias, donde Pedro Menéndez de Avilés y sus contemporáneos supervisaron la construcción de estas naves clave para la defensa del Imperio.

 

 

La epopeya de los galeones: de Sevilla a Manila y más allá

Los galeones españoles fueron los protagonistas de una de las rutas comerciales más importantes de la historia: la Flota de Indias, que conectaba Sevilla con América, y la Ruta del Galeón de Manila, que unía las Filipinas con Acapulco. Estas rutas permitieron el intercambio de bienes, culturas y conocimientos entre Oriente y Occidente durante más de tres siglos. Los galeones transportaban desde especias y sedas hasta oro y plata, convirtiéndose en los nervios del comercio global.

A lo largo de este tiempo, los galeones españoles no solo enfrentaron los peligros del mar, sino también la amenaza constante de los piratas y las armadas enemigas. Sin embargo, su diseño robusto y su capacidad de defensa hicieron de ellos una pieza clave en la hegemonía española en los océanos. Su legado perdura hasta el día de hoy, no solo como barcos, sino como símbolos de la fortaleza y el ingenio de la marina española.

Un legado que sigue vivo

La llegada del Galeón Andalucía al Támesis no es solo un recordatorio del pasado, sino una reafirmación del legado que hemos heredado. Cada viaje que realiza esta magnífica nave es una lección de historia viviente, que muestra al mundo la grandeza de la ingeniería naval española y el papel crucial que jugó en la historia de la humanidad.

La marina española, con figuras como Pedro Menéndez de Avilés a la cabeza, cambió el curso de la historia. Y hoy, con la llegada del Galeón Andalucía a Londres, podemos decir con orgullo que esa historia sigue viva. España, una vez más, surca los mares de sus antiguos rivales, pero esta vez, llevando consigo un mensaje de cultura, historia y unidad.

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