El pasado 19 de septiembre, Oviedo vivió una de las ediciones más grandiosas y emocionantes del Día de América en Asturias, un evento que forma parte del corazón de las Fiestas de San Mateo. Esta edición no solo fue una explosión de color y música, sino que ha planteado una pregunta inevitable entre los ovetenses: ¿Ha sido el desfile más grande e imponente de la historia? Y, lo más intrigante, ¿será posible superarlo el próximo año?.
Con más de 2.300 participantes, incluyendo once carrozas, treinta vehículos antiguos y numerosos cuerpos de baile, la jornada no solo brilló por la cantidad, sino también por la diversidad y la calidad del espectáculo. Desde los icónicos "haigas" hasta la presentación de las culturas de Puerto Rico, Cuba, Argentina, Brasil y otros países, el desfile fue un mosaico multicultural que mantuvo a la audiencia cautivada durante más de dos horas.
El regreso de Puerto Rico: un toque especial
Uno de los momentos más destacados de esta edición fue el regreso de Puerto Rico como país homenajeado, después de más de tres décadas de ausencia. Con una impresionante carroza que resonaba con los ritmos caribeños, el desfile se transformó en una fiesta dentro de la fiesta. El cantautor asturiano Pipo Prendes, una figura muy querida en la región, dio un toque emocional y único al evento al interpretar una canción especialmente compuesta para la ocasión, celebrando los lazos entre Asturias y la isla caribeña. Su actuación, cargada de emotividad, fue uno de los puntos culminantes, y su canción, con su calidez tropical y ritmo pegadizo, resonó a lo largo del recorrido.
Comparando con ediciones anteriores
A lo largo de las décadas, el Día de América en Asturias ha crecido en importancia y popularidad. Si bien cada año se busca mantener el espíritu original del evento, que comenzó en 1950 como un homenaje a los asturianos que emigraron a América, cada edición parece querer superar a la anterior. En ediciones pasadas, países como México o Colombia también han sido homenajeados, pero este año laespectacularidad alcanzó un nuevo nivel.Las carrozas, que antaño podían tener un aire más sencillo y costumbrista, ahora son auténticas obras de arte rodantes. La inclusión de países y culturas como Cuba, Argentina y Brasil, además de la reintroducción de Puerto Rico, dieron al desfile un carácter más vibrante y musical que en ediciones anteriores.
¿Puede superarse el próximo año?
La gran pregunta que surge es si esta espectacular edición del 2024 podrá ser superada en el futuro. Cada año, el Día de América en Asturias nos sorprende con nuevas carrozas, danzas y una participación masiva, pero la edición de este año sentó un precedente muy alto. No solo fue una de las más multitudinarias, sino que la presencia de artistas como Pipo Prendes, con su homenaje a Puerto Rico, y la celebración del centenario del Astur CF, añadieron una capa emocional extra que será difícil de replicar.
La clave para que el próximo año se supere está en la capacidad de seguir evolucionando, manteniendo el homenaje a la emigración asturiana mientras se agregan elementos frescos y sorprendentes que mantengan a la audiencia cautivada. Tal vez el 2025 nos traiga una nueva oleada de sorpresas con países aún no representados, o un retorno más contundente de los países tradicionales con elementos inesperados.
El espíritu de unión entre Asturias y América
Lo que es seguro es que este desfile no solo es un homenaje a la emigración asturiana, sino también una celebración de la unión cultural y emocional entre Asturias y los países de América Latina. Las carrozas no solo representan naciones, sino historias de vida, de migraciones, de sueños compartidos y de lazos familiares que han cruzado el Atlántico.
Este 2024 ha dejado el listón muy alto, pero si algo hemos aprendido de los ovetenses y de las fiestas de San Mateo es que siempre hay margen para la sorpresa. ¿Será el 2025 aún más grande y emocionante? Solo el tiempo lo dirá, pero de momento, los asturianos y visitantes se quedan con el recuerdo de uno de los desfiles más imponentes de los últimos años.
