- “Los actuales gestores se creen que el Centro Niemeyer es suyo en particular y no de toda la sociedad asturiana, como es en realidad”, afirman
Oviedo.-El Consejero de Cultura y Deporte del Principado, Emilio Marcos Vallaure, y el Viceconsejero del Sector Público, Luis de la Vallina, quieren subrayar “con toda rotundidad”, por medio de este comunicado de prensa, que frente a los anuncios interesados que alertan de persecuciones y cierre del Centro Niemeyer de Avilés, la intención del Gobierno del Principado es mantener este equipamiento “dándole un atención preferente, y aplicando las máximas de transparencia, eficacia, funcionalidad y rigor que señalan la actividad de todas las instituciones públicas asturianas, tal como reclama la práctica totalidad de los ciudadanos de Asturias”.
Emilio Marcos Vallaure y Luis de la Vallina no observan estos principios en la actitud que vienen manteniendo los gestores del Centro Niemeyer desde que el nuevo Gobierno del Principado decidiera aplicar una acción política “transparente y de control del gasto público” con el objetivo de “fortalecer las instituciones culturales en un marco de plena legalidad y libertad”.
“El Niemeyer no va a cerrar en ningún caso”, señalan, “pero seríamos unos irresponsables si dejáramos que un centro de esta categoría quedase inexorablemente unido, para bien o para mal, a unos gestores que se retratan con algunas manifestaciones públicas intolerables, como la de llamarnos “gentuza miserable” (estos son los términos utilizados por el director del Centro, Natalio Grueso, en un artículo de prensa del pasado domingo) por exigir luz y taquígrafos en relación con una Fundación sufragada mayoritariamente con fondos públicos, es decir, con el dinero de todos los asturianos”.
“Las instituciones culturales deben tener un carácter permanente, aunque sea por un tiempo menor al de la eternidad, que es el precisamente el período con el que sueñan perpetuarse los gestores actuales del Centro Niemeyer, como si el centro fuese en exclusiva de su propiedad y no de los asturianos, como es en realidad”, añaden Marcos Vallaure y De la Vallina.