•    El curso, de 50 horas de duración, se impartirá en octubre y contará con la participación de profesionales expertas en la materia y de entidades especializadas en la atención a víctimas 

•    El Principado cederá una vivienda para el alojamiento de mujeres que participen en programas de inserción sociolaboral como alternativa a la prostitución

El Gobierno de Asturias ofrece formación especializada al personal que trabaja en los centros de menores para facilitar la identificación de casos de violencia sexual infantil. Esta iniciativa, que se enmarca en la Estrategia para la Abolición de la Prostitución y la Trata con Fines de Explotación Sexual, se plasmará en el curso en Violencia sexual en la infancia y la adolescencia, que se impartirá en octubre, dirigido a las plantilla de los centros de protección de la Dirección General de Infancia y Familia.

El curso, con una duración de 50 horas, forma parte del Plan de Acción contra la Explotación Sexual de Niñas y Niños y contará con la participación de profesionales expertas en la materia y de entidades especializadas en la atención a víctimas, lo que garantiza una visión integral y multidisciplinar de esta grave problemática.

Con este curso, en su segunda edición, el Principado busca  formar y sensibilizar al personal de estos centros de protección, que tiene una función clave en la identificación y atención temprana de menores en situación de riesgo. Los módulos profundizarán en las características y dinámicas de la violencia sexual en estas víctimas, con un enfoque especial en la trata de personas con fines de explotación sexual, al tiempo que proporcionan herramientas prácticas y conocimientos actualizados para el manejo de estos casos.

El Ejecutivo refuerza con esta medida su compromiso con la lucha contra la violencia sexual y la trata, en línea con los objetivos establecidos en su estrategia. La formación es un pilar esencial para garantizar una respuesta eficaz ante estos delitos y resulta clave para avanzar en la protección y el apoyo a las víctimas, particularmente en el ámbito de la infancia.

Importancia de la formación

La directora general de Igualdad, María Jesús Álvarez, que esta semana ha presidido la Mesa Técnica de Trata, ha destacado la relevancia de este tipo de formación especializada: "Es fundamental que quienes tienen la responsabilidad de la tutela de menores cuenten con los recursos y los conocimientos necesarios para prevenir e identificar, en su caso, situaciones de explotación y actuar de manera rápida y efectiva”.

La mesa técnica es el mecanismo de coordinación entre administraciones, entidades especializadas y agentes implicados en la atención a las víctimas de prostitución y trata. En su última reunión también abordó el acuerdo alcanzado entre las direcciones generales de Igualdad y Vivienda, por el cual la empresa pública Vipasa cederá un piso en Oviedo para víctimas de trata, explotación sexual y contextos de prostitución. El objetivo es destinarlo al alojamiento de mujeres que participen en programas de inserción sociolaboral como alternativa al ejercicio de la prostitución, una iniciativa que supondrá el inicio de una nueva línea de actuación de la estrategia autonómica para mejorar la atención a estas personas El Principado trabaja en la actualidad para poner esa vivienda a disposición de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp).

En Asturias se desarrollan proyectos de atención integral a estas víctimas a través de tres entidades especializadas: Apramp, Médicos del Mundo y la Fundación de Solidaridad Amaranta. El presupuesto que el Gobierno autonómico destina a estas asociaciones suma 160.000 euros, 60.000 más que el año pasado. Estos fondos cubren actuaciones de acercamiento al medio a través de una unidad móvil y de atención psicosocial. También se financian plazas residenciales para mujeres y menores a su cargo.

Al amparo de esta estrategia, prioritaria para el Ejecutivo autonómico, se está realizando un estudio del mapa de la prostitución en la comunidad para identificar las necesidades de las víctimas, con el fin de impulsar recursos adecuados para atenderlas.