El trágico accidente laboral que tuvo lugar en Tadarsa, Avilés, el pasado 19 de septiembre de 2024, sigue generando conmoción en la comunidad laboral y sindical de Asturias. A medida que se profundizan las investigaciones, se revelan nuevos detalles del incidente que dejó a dos trabajadores gravemente heridos tras recibir una descarga eléctrica mientras operaban en un puente-grúa.

Nuevas revelaciones del incidente

Según las últimas declaraciones de los responsables de la investigación, la descarga eléctrica que afectó a los operarios podría haberse producido debido a un fallo en los sistemas de seguridad del puente-grúa. A pesar de que Tadarsa cuenta con un historial de medidas de seguridad razonables, este accidente pone de manifiesto posibles carencias en el mantenimiento y revisión de los equipos de trabajo. El trabajador más gravemente herido, de 44 años, permanece en estado crítico en la UCI del HUCA, con lesiones severas en la cara, brazos y ojos. Su compañero, de 29 años, evoluciona favorablemente en el Hospital San Agustín, aunque su pronóstico sigue siendo reservado.

Las autoridades laborales ya han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer las causas exactas del accidente, evaluando la posible responsabilidad de la empresa en el mantenimiento de los equipos y el cumplimiento de las normativas de seguridad.

La cadena de accidentes en Asturias: un patrón alarmante

Este accidente se suma a una preocupante oleada de siniestros laborales en Asturias en las últimas semanas. Apenas dos días antes, en Gijón, una explosión en las baterías de ArcelorMittal dejó a tres trabajadores de la empresa auxiliar Daorje gravemente heridos. Asimismo, hace menos de 10 días, un trabajador de mantenimiento falleció en Figaredo tras chocar su carretilla con un tren. Estos sucesos han puesto en evidencia una creciente crisis en la seguridad laboral de la región.

Los sindicatos, encabezados por CC OO y UGT, denuncian que las medidas de prevención se han relajado peligrosamente, y que los accidentes recientes podrían haberse evitado con un mayor control de las empresas. Además, la falta de inspectores laborales en Asturias, con una ratio por debajo de la media nacional, ha sido señalada como uno de los principales factores que agravan esta crisis.

Reacciones: demandas urgentes de mayor seguridad

La presión sindical ha aumentado en los últimos días. José Manuel Zapico, secretario general de CC OO Asturias, ha sido claro al exigir la creación de un juzgado especializado en seguridad laboral, que permita procesar de manera más efectiva los casos de negligencia en las empresas. Por su parte, Javier Fernández Lanero, de UGT, insiste en endurecer la normativa para forzar a las empresas a cumplir con los estándares de seguridad: "Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos viendo accidentes laborales evitables. Las empresas deben tomar responsabilidades serias en la protección de sus trabajadores", declaró.

Además, desde el sector empresarial, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), encabezada por María Calvo, ha expresado su compromiso en mejorar las prácticas de prevención, pero también ha advertido sobre las dificultades económicas que algunas empresas enfrentan al implementar sistemas de seguridad avanzados.

Futuro de la seguridad laboral en Asturias

El accidente en Tadarsa ha sido un recordatorio brutal de la necesidad de priorizar la seguridad en el trabajo. Tanto los sindicatos como las autoridades políticas han subrayado la urgencia de realizar inspecciones más rigurosas y de actualizar la legislación, adaptándola a las nuevas realidades del trabajo industrial, que cada vez incorpora tecnologías avanzadas y equipos más complejos, como el puente-grúa en el que ocurrió el siniestro.

En este sentido, se ha propuesto un plan de choque que incluya la formación intensiva de los empleados en las normativas de seguridad, y una inversión pública en tecnologías que refuercen la seguridad en las fábricas y polígonos industriales. El Gobierno del Principado, liderado por Adrián Barbón, ha manifestado su apoyo a estas medidas y ha expresado su preocupación por el incremento de siniestros en la región: "La seguridad de nuestros trabajadores debe ser siempre la prioridad número uno", afirmó.

Una comunidad en alerta

La comunidad laboral de Avilés y Gijón sigue conmocionada por este trágico accidente. Los compañeros de los trabajadores heridos en Tadarsa se han solidarizado con sus familias, mientras que se han convocado reuniones de emergencia entre los delegados de seguridad de diversas empresas del Polígono para discutir la adopción de protocolos más estrictos en el uso de maquinaria pesada. Las sirenas y el ajetreo en las instalaciones de Tadarsa tras el accidente aún resuenan como un símbolo de advertencia para toda la región: los riesgos laborales no pueden subestimarse.