El 41º Concurso Escolar de la ONCE reunirá a más de 150.000 estudiantes de toda España en una iniciativa única para combatir la soledad no deseada, un problema que afecta a personas de todas las edades, pero que tiene especial incidencia en las personas con discapacidad. Esta edición del concurso busca involucrar a los escolares, junto con sus profesores y familias, en la creación de una "Liga contra la Soledad No Deseada", fomentando valores de inclusión, empatía y trabajo en equipo.
Cada aula participante deberá diseñar su propio escudo y desarrollar una actividad inclusiva que permita a todos los miembros, con y sin discapacidad, participar en esta liga social, uniendo fuerzas para combatir la soledad. Los docentes, que jugarán el papel de "entrenadores emocionales", contarán con un completo material didáctico elaborado por especialistas en infancia y juventud, que guiará el proceso de reflexión y acción de los alumnos.
El concurso está abierto a estudiantes de centros educativos públicos, concertados y privados de 2º y 3º ciclo de Primaria, Secundaria, FP Básica y Educación Especial. A través de diferentes categorías, todos los participantes trabajarán bajo los mismos criterios, presentando sus propuestas inclusivas y creativas.
Recursos innovadores y premios emocionantes
Además del material didáctico, los alumnos podrán utilizar el videojuego educativo ONCITY, donde el personaje Igu les ayudará a formar su equipo contra la soledad. Los ganadores del premio nacional de cada categoría tendrán la oportunidad de hacer realidad un "gimnasio emocional" en sus colegios, donde podrán poner en práctica las habilidades aprendidas a través de actividades gamificadas.
Los premios incluyen, además, una camiseta oficial de la Liga para los vencedores a nivel autonómico y finalistas de la categoría de Educación Especial, y un smartwatch para el equipo más votado por el público. También habrá un sorteo especial de tablets para los docentes participantes, reconociendo su labor fundamental como impulsores de esta iniciativa.
El jurado valorará especialmente la creatividad, la originalidad y la accesibilidad de los trabajos presentados, buscando propuestas que fomenten la participación de todos los alumnos, independientemente de sus capacidades.
Esta edición del concurso es una oportunidad única para que los jóvenes reflexionen sobre cómo la soledad afecta a las personas con discapacidad y a sus propios compañeros, al tiempo que desarrollan habilidades sociales y emocionales clave para la vida.