La Autoridad Portuaria de Avilés ha dado un importante paso en la mejora de sus infraestructuras marítimas con la adjudicación de la redacción del proyecto de prolongación del Dique de San Juan, una obra clave para la navegación segura en el puerto. La UTE Marciglob-Viacivilis, conformada por Marciglob Consultancy Solutions S.L. y Viacivilis Consultors D’enginyeria S.L., será la encargada de desarrollar este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 274.062 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
El director de la Autoridad Portuaria, Ramón Muñoz-Calero García, ha destacado que esta intervención busca "minimizar la entrada de arena procedente de la playa de Salinas que se deposita en el canal de entrada del puerto". Este fenómeno compromete la navegabilidad de los buques debido a la reducción de la profundidad del acceso. La prolongación del dique permitirá que las corrientes marinas que arrastran arena hacia el canal sean retenidas, mejorando así la operatividad del puerto.
El proyecto, que contempla un dique rebasable de escollera absorbente, evitará estructuras reflejantes que puedan agitar las aguas en la bocana del puerto. Muñoz-Calero subrayó la importancia de estudiar diversas alternativas antes de seleccionar la solución definitiva, apoyándose en la extensa documentación recogida por el puerto sobre las dinámicas costeras.
Una obra clave para la mejora de la navegabilidad
La prolongación del dique no solo mejorará la retención de sedimentos, sino que también contribuirá a mantener y mejorar las condiciones de maniobrabilidad de los buques en el puerto. Para asegurar la seguridad en la navegación, el proyecto incluirá un plan detallado de balizamiento.
Antecedentes y contexto del proyecto
El Dique de San Juan ya tuvo una primera fase de construcción en 2001, con un tramo inicial de 383 metros de longitud que redujo significativamente el dragado necesario en el canal de entrada. Sin embargo, la necesidad de dragados periódicos continúa, con un promedio de 63.000 metros cúbicos de arena extraídos cada año. La segunda fase busca solventar este problema de forma definitiva.
Estudios recientes del CEDEX y del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria han respaldado la viabilidad de la prolongación del dique, al analizar la dinámica sedimentaria de la zona y concluir que el aporte de sedimentos proviene del río Nalón.
