Un reciente estudio realizado por la Universidad de Oviedo ha revelado que más de la mitad de los adolescentes emplea filtros en sus publicaciones de Instagram Stories para presentarse de una manera más favorable ante sus seguidores. Esta investigación, liderada por Soraya Calvo, profesora del Departamento de Ciencias de la Educación, subraya el papel crucial que juegan las redes sociales en la vida diaria de los adolescentes, especialmente en su socialización afectiva.
El estudio, publicado en la Revista Latina de Comunicación Social, muestra que el 90,3% de los adolescentes utiliza Instagram, y que el 74,9% publica contenido en formato ‘stories’, siendo este el formato más empleado en este grupo de edad para interactuar con su círculo social más cercano. Según Calvo, “Instagram se ha convertido en una plataforma clave para la comunicación cotidiana entre los adolescentes, y el uso de filtros es habitual como una forma de mejorar su imagen”. Sin embargo, a pesar de esta tendencia, los adolescentes no perciben que los filtros influyan significativamente en la cantidad de "Me gusta" o comentarios que reciben.
Diferencias por género en el uso de Instagram
El estudio también resalta diferencias notables entre los sexos. Las chicas publican más contenido y aplican filtros con mayor frecuencia que los chicos. Además, las jóvenes utilizan Instagram más para observar lo que publican otras personas, mientras que los chicos tienden a interactuar menos en este aspecto.
La investigación incluyó a 825 adolescentes de Asturias, quienes participaron en encuestas sobre el uso y consumo de Instagram, así como en la evaluación de sus creencias sobre esta red social.
Fake news y educación sexual en redes sociales
Además de este estudio, la Universidad de Oviedo ha llevado a cabo otra investigación, también dirigida por Soraya Calvo, que analiza el impacto de las fake news en los discursos sobre la educación sexual en la red social X (anteriormente Twitter). Este trabajo, publicado en la revista ICONO14, revela cómo las noticias falsas contribuyen a difundir discursos de odio y polarización, especialmente en temas vinculados a la diversidad sexual y el feminismo.
El análisis de los tuits seleccionados, que presentaban un alto número de interacciones, mostró que la mayoría de estos mensajes tenían una carga emocional negativa, promoviendo sentimientos de miedo, enfado y tristeza. “Estos discursos tienden a generar polarización y a movilizar emociones, en lugar de fomentar un debate informado sobre la educación sexual”, señala Calvo.
Ambos estudios destacan la importancia de entender el impacto de las redes sociales en la socialización y la educación de los adolescentes, subrayando la necesidad de abordar estas dinámicas para prevenir la desinformación y promover un uso más responsable de las plataformas digitales.
Pie de foto: Soraya Calvo
