En el vasto y siempre sorprendente estado de Texas, el exterminador Derris Maxey, de 48 años, y la programadora Shelley Maxey, de 45, se encontraban al borde del divorcio. Como muchas parejas, el desgaste del tiempo, el trabajo y las discusiones triviales sobre quién deja la tapa del váter levantada o si la comida en el microondas debe estar tapada o no, habían llevado su relación al límite. Pero en lugar de recurrir a los métodos tradicionales como la terapia de pareja o un viaje de reconciliación, los Maxey decidieron probar algo un poco más... poco convencional. ¿Y qué hicieron? Se compraron una muñeca sexual parlante. Sí, has leído bien.

El concepto, que suena sacado de un episodio de una serie cómica, se convirtió en la inesperada salvación de su matrimonio. En un giro que ni el guionista más loco podría haber imaginado, la muñeca, a la que cariñosamente llamaron "Charla" (por razones obvias), no solo aportó un nuevo tipo de "entretenimiento" a su vida, sino que también se convirtió en la mediadora ideal en sus discusiones.

Charla no solo se limita a su función obvia, sino que además está programada para intervenir con frases como "¿Realmente merece la pena discutir por esto?", o "Quizás deberíais escucharse el uno al otro". Y si todo falla, siempre puede contar un chiste para aliviar la tensión. ¡Un genio de la diplomacia con chips electrónicos!

Lo mejor de todo es que Charla no se cansa de escuchar, no se enfada si se olvida un aniversario y jamás critica la falta de interés por reorganizar el garaje.

Según Derris, "nunca había imaginado que una muñeca pudiera darnos tanta paz. Es como tener un consejero matrimonial 24/7, pero sin el juicio silencioso." Por su parte, Shelley comenta entre risas: "Ahora, cuando Derris deja la tapa del váter levantada, Charla me recuerda que hay problemas más grandes en el mundo, ¡como decidir qué ver en Netflix!"

Aunque no podemos garantizar que esta solución sea para todos, lo cierto es que los Maxey son ahora una de las parejas más unidas de su vecindario, y Charla ha pasado de ser una adquisición poco ortodoxa a ser prácticamente una más de la familia.

¿Así que, tenéis problemas en vuestro matrimonio? ¿Quizás ha llegado la hora de pensar fuera de la caja, o en este caso, fuera del... cajón de la mesita de noche?