El alcalde Alfredo Canteli y la Corporación municipal dan la bienvenida a los menores y sus familias de acogida en un emotivo acto de solidaridad y compromiso.
En la mañana de ayer, el Ayuntamiento de Oviedo, encabezado por el alcalde Alfredo Canteli, acogió en su salón de plenos a un grupo de niños y niñas saharauis que han pasado el verano en el municipio como parte del programa "Vacaciones en Paz". Este emotivo encuentro también contó con la presencia de las familias ovetenses que, durante los meses de julio y agosto, han ofrecido su hogar a estos menores, brindándoles un respiro lejos de las difíciles condiciones del campamento de refugiados en el que viven.
El programa "Vacaciones en Paz", fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Oviedo y la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, lleva más de una década siendo un pilar de solidaridad en la región. Este año, 75 niños saharauis han llegado a Asturias para disfrutar de un verano lleno de actividades, revisiones médicas y, sobre todo, cariño. Diez de estos niños han sido acogidos por familias ovetenses, quienes han desempeñado un papel fundamental en esta experiencia transformadora.
María Velasco, concejala delegada de Políticas Sociales, destacó la importancia de este acto de solidaridad: "Es uno de los gestos más loables que una familia puede realizar. Estos días se vuelcan completamente en estos niños, sabiendo que pronto regresarán a sus hogares. Pero lo que queda es un lazo de afecto y apoyo que perdura más allá del verano."
El compromiso del Ayuntamiento de Oviedo con esta causa se refuerza año tras año. A través de un convenio anual de colaboración con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, el consistorio destina 60.000 euros para financiar el programa. Esta contribución no solo facilita la llegada de los niños a Asturias, sino que también garantiza que reciban la atención médica y el bienestar que tanto necesitan.
El programa "Vacaciones en Paz" no solo brinda un descanso a los menores saharauis, sino que también fortalece los lazos entre las familias de acogida y los niños, creando recuerdos y relaciones que trascienden fronteras. Este tipo de iniciativas subrayan el compromiso de Oviedo con la solidaridad internacional y el apoyo a quienes más lo necesitan.