Ernest Hemingway, el célebre escritor, sobrevivió a numerosas enfermedades y accidentes a lo largo de su vida, lo que subraya su notable capacidad de recuperación antes de su trágico suicidio en 1961. Aquí está un detallado recuento de sus adversidades y supervivencias:
-
Malaria: Hemingway contrajo malaria, una enfermedad infecciosa que provoca fiebre alta y otros síntomas debilitantes.
-
Neumonía: También sufrió de neumonía, una infección pulmonar que puede ser grave.
-
Ántrax: A pesar de la rareza de la enfermedad, Hemingway sobrevivió a una infección de ántrax.
-
Cáncer de piel: Luchó contra el cáncer de piel, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
-
Disentería: Durante sus viajes y estancias en condiciones difíciles, contrajo disentería, una enfermedad que causa diarrea severa.
-
Anemia: Hemingway también enfrentó la anemia, una condición que implica una deficiencia de glóbulos rojos.
-
Hepatitis: Sufrió de hepatitis, una inflamación del hígado que puede ser causada por varias razones, incluyendo infecciones virales.
-
Diabetes: Además, tuvo diabetes, una enfermedad crónica que afecta la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
-
Accidentes Aéreos: Hemingway y su esposa, Mary Welsh, sobrevivieron a dos accidentes aéreos consecutivos en 1954 durante un safari en África. El primero ocurrió cuando su avión golpeó un cable telegráfico y se estrelló en las orillas del Nilo, y el segundo cuando su avión de rescate se incendió durante el despegue. Sufrió graves heridas, incluyendo una fractura de cráneo, dos vértebras rotas, una ruptura de hígado, un riñón roto, quemaduras de tercer grado, y más.
-
Fracturas y Lesiones Internas: Además de los accidentes aéreos, Hemingway tuvo numerosas fracturas y lesiones internas a lo largo de su vida, incluyendo una vértebra aplastada, una fractura de cráneo y una ruptura de bazo.
A pesar de su increíble resistencia física, Hemingway finalmente sucumbió a sus batallas internas. En los años previos a su muerte, sufrió de depresión y paranoia, exacerbadas por sus problemas de salud física y mental. En 1961, después de varios intentos fallidos y tratamientos ineficaces, incluyendo electroshock, Hemingway se suicidó en su casa en Ketchum, Idaho.
Esta compleja y turbulenta vida llena de desafíos médicos y accidentes no solo resalta la fortaleza física de Hemingway, sino también las profundas luchas personales que finalmente llevaron a su trágico final.
