Por SINC. Durban.- La Agencia Internacional de la Energía ha explicado hoy en Durban (Sudáfrica) durante la XVII Conferencia de las Partes (COP17) de la Convención sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas que es necesaria una actuación inmediata para mejorar de manera sostenible la seguridad energética y evitar el cambio climático, sin esperar a un acuerdo político global. Asimismo, insta a las potencias emergentes a invertir más en la economía baja en carbono.
“Si las acciones políticas no se ponen en marcha durante los próximos años, cada vez será más difícil y costoso cumplir con la meta establecida en las negociaciones del año pasado [acuerdo de Cancún] de limitar el aumento de temperatura global a 2º C”, declaró Maria van der Hoeven, directora ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
"Insto encarecidamente a un acuerdo sobre las emisiones, que tiene un mensaje simple para los negociadores: No hay que esperar a un acuerdo global legal".
Hoeven pidió a los países intensificar los esfuerzos para evitar el cambio climático y apuntó que, para que sea posible se necesita abordar el problema de la seguridad de la energía “de manera sostenible”. Asimismo, mostró su preocupación por los escasos progresos que se esperan en las negociaciones de esta semana.
El informe anual del IEA “Perspectiva Energética en el Mundo”, que se publicó en noviembre, concluye que el planeta se dirige hacia un sistema energético inseguro, ineficiente y alto en carbono.
"Insto encarecidamente a un acuerdo sobre las emisiones, que tiene un mensaje simple para los negociadores: No hay que esperar a un acuerdo global legal, se puede y debe poner ahora en práctica", declaró Hoeven durante la conferencia de prensa en Durban.
Herramientas para una política energética sostenible
La directora ejecutiva de la IEA explicó algunas de las políticas que los países pueden utilizar tanto para mejorar su seguridad energética, como para reducir las emisiones de carbono: la creación de normas sobre los equipos que utilizan energía, (tales como automóviles o aparatos eléctricos), adoptar medidas eficaces para extender las energías renovables, crear un precio para el carbono con cuotas negociables de emisiones de CO2 –que ya se aplica en la Unión Europea y Australia –, y la activa promoción en China y en otros países.
“Los países industrializados ya han comprometido 100 millones de dólares en infraestructuras bajas en carbono. Sin embargo, las grandes economías emergentes - el llamado grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) pueden y deben aplicar políticas que aprovechen las fuentes de financiación interna y directa para invertir en energías bajas en carbono”, recalcó la experta.
Asimismo, señaló que lograr el acceso universal a servicios energéticos modernos tienen “enormes beneficios económicos, sociales y de salud sin afectar significativamente a las emisiones de CO2 a nivel mundial”.