Greenpeace advierte sobre los riesgos costeros en su informe "Crisis a Toda Costa 2024" y urge a tomar medidas inmediatas
La organización ecologista Greenpeace ha presentado hoy su informe "Crisis a Toda Costa 2024: Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática", el cual ofrece una preocupante radiografía del estado de los más de 8.000 km de costa española, incluyendo Asturias, ante las amenazas derivadas del cambio climático.
Retroceso de la costa y aumento de la erosión
Según el informe, la costa asturiana podría enfrentar un retroceso medio de hasta tres metros y un incremento de la erosión del 20% para el año 2040. Entre las causas principales de este deterioro se encuentran la subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura marina, la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos y la turistificación masiva.
María José Caballero, responsable de Costas en Greenpeace España, explica: “Durante décadas hemos deformado la costa a nuestro antojo, pero eso ya no funciona más. El problema ya está aquí, y las soluciones deben implementarse con urgencia para evitar mayores costos económicos y humanos”.
Factores de riesgo identificados
El informe detalla varios factores que contribuyen a la degradación del litoral asturiano:
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Subida del nivel del mar: Según la NASA, por cada centímetro que suba el nivel del mar, la costa retrocederá un metro. Para 2030 se esperan graves impactos, especialmente en Llanes, San Antolín de Bedón, Gijón, Cudillero, y la ría de Ribadeo. De seguir la tendencia actual, Asturias podría perder el 1.2% de su superficie por inundación costera permanente para finales de siglo.
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Aumento de la temperatura marina: Las olas de calor marinas se suceden sin tregua desde 2022, afectando especialmente al Golfo de Vizcaya. Esto provoca la disminución del oxígeno disuelto en el agua, acidificación y severos impactos sobre la biodiversidad y la pesca.
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Eventos meteorológicos extremos: La evaporación de aguas más cálidas contribuye a la formación de DANAs y ciclones más potentes, incrementando los daños por inundaciones. En Asturias, el 9% de las viviendas están en zonas inundables.
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Contaminación y barreras artificiales: La urbanización, los vertidos industriales y la construcción de infraestructuras como diques y espigones han provocado desequilibrios significativos, exacerbando la erosión y pérdida de playas.
Impacto y soluciones urgentes
Greenpeace destaca la necesidad de adoptar medidas urgentes para mitigar estos riesgos:
- Reducción de emisiones: Una reducción moderada de gases de efecto invernadero podría evitar el 40% del retroceso de las playas a nivel mundial.
- Adaptación local: Implementar soluciones locales y acordadas por las administraciones y la ciudadanía para proteger y conservar las playas, lo cual podría generar beneficios económicos sustanciales.
- Políticas de protección ambiental: Devolver la calidad ambiental a los espacios costeros, acabar con la contaminación y poner coto a la turistificación masiva.
- Planificación urbanística: Incorporar previsiones sobre el cambio climático en la planificación de infraestructuras y urbanización, evitando la construcción de barreras artificiales y recuperando zonas inundables.
María José Caballero subraya la urgencia de estas acciones: “La costa nos protege de los eventos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar provocados por el cambio climático. La pérdida de sus características naturales tiene que revertirse para que pueda seguir protegiéndonos”.