Investigadores del CSIC revelan que bacterias intestinales producen enzimas que inactivan hormonas clave en el control de la glucosa
Un innovador estudio del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), en colaboración con el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), ha desvelado un hallazgo crucial sobre la microbiota intestinal y su relación con la diabetes tipo 2. Según los resultados publicados en la prestigiosa revista Genome Biology, ciertos microorganismos intestinales producen enzimas similares a la DPP-4 humana, afectando negativamente el control de la glucosa en sangre.
El papel de la microbiota en el metabolismo humano
La microbiota intestinal, compuesta por trillones de microorganismos, desempeña un papel esencial en la regulación del metabolismo y la salud humana. Este nuevo estudio revela que algunas bacterias producen enzimas que imitan la función de la DPP-4, una enzima humana que degrada las incretinas, hormonas responsables de estimular la secreción de insulina tras la ingesta de alimentos.
"Sabíamos que la DPP-4 humana empeora la respuesta a la glucosa al inactivar las incretinas. Ahora hemos detectado que algunas bacterias intestinales producen un homólogo de la DPP-4, lo que agrava nuestra salud metabólica", explica Marta Olivares, investigadora del CSIC y coautora del estudio.
Implicaciones para el tratamiento de la Diabetes Tipo 2
Los fármacos antidiabéticos actuales se centran en inhibir la actividad de la DPP-4 humana para prolongar la acción de las incretinas. Sin embargo, este estudio muestra que algunas bacterias del género Parabacteroides merdae también producen enzimas que actúan de manera similar a la DPP-4, lo que complica el tratamiento.
"Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de desarrollar medicamentos que también inhiban las enzimas de origen bacteriano para lograr terapias más efectivas contra la diabetes tipo 2", destaca Alfonso Benítez, científico del CSIC y autor principal del estudio.
Diabetes Tipo 2 y factores de riesgo
La diabetes tipo 2, que constituye el 90% de los casos de diabetes, se caracteriza por altos niveles de glucosa en sangre debido a la resistencia a la insulina. La obesidad y el consumo de dietas ricas en carbohidratos son factores de riesgo predominantes. Estudios previos ya habían señalado un aumento de la actividad de la DPP-4 en individuos con obesidad y diabetes tipo 2, lo que provoca la inactivación de las incretinas y un aumento de la glucosa en sangre.
Nuevas perspectivas para la investigación
El equipo del IATA-CSIC resalta la importancia de considerar no solo los factores dietéticos, sino también la composición y funcionalidad de la microbiota intestinal en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Este enfoque integral podría revolucionar la manera en que se abordan las terapias antidiabéticas y la prevención de la enfermedad.
"Nuestra investigación aporta evidencias sobre el papel causal de la microbiota en la diabetes tipo 2 y destaca la urgencia de incluir este factor en el diseño de tratamientos", concluyen los investigadores del grupo de Microbioma, Nutrición y Salud del IATA-CSIC.
Este estudio marca un avance significativo en la comprensión de la interacción entre la microbiota intestinal y la diabetes tipo 2. El desarrollo de nuevos fármacos que aborden tanto las enzimas humanas como las bacterianas podría ser la clave para mejorar los tratamientos y prevenir esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.