Cómo fue el atentado

Ayer, 13 de julio de 2024, en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, un hombre armado identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, abrió fuego contra el expresidente Donald Trump. El atacante disparó varias veces, hiriendo a Trump en la oreja y matando a un asistente del mitin antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto. La rápida intervención de los servicios de seguridad permitió evacuar a Trump del escenario y trasladarlo a un lugar seguro.

Impacto en la campaña presidencial

El intento de asesinato ha generado un clima de incertidumbre en la campaña presidencial. Las reacciones de figuras políticas y públicas han sido diversas, con algunos llamando a un cese de la violencia y otros pidiendo una revisión de las medidas de seguridad en los eventos de campaña. Trump, lejos de amilanarse, utilizó el incidente para reforzar su retórica combativa, pidiendo a sus seguidores que "luchen" por su causa.

Estado de las encuestas

Antes del atentado, las encuestas mostraban una competencia cerrada entre Trump y Biden. Tras el incidente, se ha observado un incremento en el apoyo a Trump, con un aumento significativo en la solidaridad de sus bases. Este fenómeno se ha repetido en otros casos de violencia política, donde los líderes afectados suelen recibir un impulso temporal en las encuestas.

Narrativa Histórica de atentados a líderes políticos

Los intentos de asesinato a líderes políticos han sido una constante en la historia reciente. En Estados Unidos, figuras como Ronald Reagan y John F. Kennedy fueron víctimas de atentados, con Kennedy siendo asesinado en 1963. A nivel global, líderes como Benazir Bhutto en Pakistán y Yitzhak Rabin en Israel también han caído víctimas de la violencia política. Estos eventos subrayan la vulnerabilidad de los líderes en un mundo donde las tensiones políticas y sociales pueden escalar rápidamente a actos de violencia extrema.