El Principado invierte 209.248 euros para eliminar filtraciones y mejorar el entorno del templo con nueva pavimentación

La iglesia de Santa María del Naranco, uno de los monumentos más emblemáticos de Asturias y declarado Patrimonio de la Humanidad, ha reabierto sus puertas tras una cuidadosa restauración. El director general de Patrimonio Cultural, Pablo León, acompañado por Otilia Requejo, directora de la Oficina de Bienes Culturales del Arzobispado, visitó el templo para celebrar la finalización de los trabajos, ejecutados por la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte.

Detalles de la restauración

Las labores de restauración en Santa María del Naranco se han centrado principalmente en las escaleras de acceso a la primera planta, abordando problemas de filtraciones de agua. Además, se ha renovado el entorno del edificio con una nueva pavimentación, siguiendo criterios de mínima intervención para preservar la armonía con el entorno y la estructura prerrománica.

La inversión total de 209.248 euros ha permitido realizar la pavimentación exterior y el drenaje perimetral del edificio. Los trabajos han sido ejecutados por la empresa ArteC2, con la dirección de obra a cargo del arquitecto Román Villasana y del arquitecto técnico David Carracedo.

Técnicas de restauración utilizadas

Uno de los objetivos principales fue sustituir los morteros de juntas contemporáneos por otros de cal, compatibles con los materiales originales. Además, se retiró el pavimento del vestíbulo superior, compuesto por fragmentos de piedra de diversos tamaños, naturaleza y grosor. Al eliminar parte del solado, se descubrió que algunos fragmentos pertenecían a una gran losa de caliza altomedieval, desgastada y fracturada con el paso de los siglos. En su lugar, se ha colocado un suelo de piedra con el mínimo despiece para evitar futuras filtraciones, y los restos de la losa han sido trasladados a la cripta para su conservación.

Impacto de la restauración

La restauración de Santa María del Naranco no solo ha mejorado la estructura del edificio y su resistencia a las filtraciones, sino que también ha realzado su entorno, ofreciendo una experiencia más agradable y segura a los visitantes. Este proyecto subraya el compromiso del Principado de Asturias con la conservación y valorización de su patrimonio histórico y cultural.

Con la reapertura de Santa María del Naranco, tanto locales como turistas podrán disfrutar nuevamente de este tesoro arquitectónico, asegurando su preservación para las generaciones futuras.