“Las mujeres y los hombres españoles están en desventaja respecto a la media europea en el uso de las TIC. En el caso de las mujeres, la intensidad es menor que la de los varones y la brecha de género está por encima de la media europea”, declara a SINC Juan Martín Fernandez, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y coautor de una investigación que publica la revista Reis.

El estudio expone con datos que España está por debajo de la media de los países europeos en el grado de uso de las tecnologías de la información (TIC): las españolas quedan en el puesto 19 de 31, y los hombres en el 17. En cuanto al nivel de e-igualdad, entre mujeres y hombres en la Sociedad de la Información, la sociedad española está aún peor, en el puesto 20.

Por países, los que muestran mayor inclusión y participación igualitaria en las TIC son los nórdicos (Islandia, Finlandia, Noruega, Dinamarca y Suecia), Francia, Eslovenia y en menor medida Holanda. Por otro lado, Luxemburgo, Alemania y Reino Unido registran una alta inclusión de las tecnologías de la información en la vida de sus ciudadanos, pero con una baja igualdad de género. 

En el medio de la tabla se encontrarían países como Hungría, Malta, Portugal y Eslovaquia, mientras que Rumanía, Chequia, Bulgaria y en menor medida Polonia y Bélgica tienen una elevada igualdad en el uso por parte de mujeres y hombres pero están poco integradas en su sociedad. España se encuentra en los países de cola, junto con  Grecia, Chipre, Macedonia, Croacia, Italia e Irlanda, donde la igualdad y el grado de uso son bajos.

Las mujeres españolas tan solo están por encima de la media en usos relacionados con las administraciones públicas (puesto 16), el ocio (puesto 10) y sobre todo el bienestar social, es decir, empleo, salud y educación (puesto 8).

“La desventaja femenina en uso e intensidad respecto al resto de europeas predomina sobre los pocos usos en los que muestran ventajas, de manera que estas últimas, aun existiendo, están lejos de compensar a las primeras”, explica Martín.

Según el investigador, la igualdad, intensidad y la integración de uso de las TIC van de la mano. “A veces se piensa que con la extensión de las infraestructuras y esperando a que pase el tiempo, se acabará la brecha, pero nuestros resultados muestran que no es así. Son necesarias políticas activas de promoción para superar esa desigualdad”, concluye.

Los científicos tomaron como punto de partida de su investigación los datos obtenidos por la encuesta de Eurostat para 31 países europeos sobre uso de las TIC.