A solo 11 días del plazo para que el gobierno presente el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ante Bruselas, Greenpeace alerta sobre la falta de ambición climática de las comunidades autónomas y ministerios clave en España. Según el análisis de la organización ambiental, 15 de las 17 comunidades autónomas cuentan con planes climáticos insuficientes para evitar un calentamiento global superior a 1,5 grados, y 10 de ellas tienen objetivos menos ambiciosos que el gobierno central.
Asturias y Navarra a la vanguardia, Castilla y León a la cola
Asturias y Navarra son las únicas comunidades que han alineado sus objetivos de reducción de emisiones con el Acuerdo de París. En el extremo opuesto, Castilla y León no ha fijado ningún objetivo de reducción, mientras que La Rioja y Extremadura prevén que sus emisiones en 2030 sean mayores que las de 1990, con incrementos del 46% y 53%, respectivamente.
Deficiencias en sectores clave
Las medidas actuales en sectores como transporte, edificación y agricultura, que no dependen directamente del Ministerio de Transición Ecológica, apenas consiguen reducir las emisiones a niveles de 1990. Esta situación agrava la posición de España en comparación con otros países de la Unión Europea, situándola a la cola en términos de ambición climática.
Greenpeace advierte sobre la emergencia climática
Pedro Zorrilla Miras, responsable de la campaña contra el cambio climático de Greenpeace, subraya la urgencia de actuar: "España está lejos de liderar la acción climática en Europa. Los objetivos actuales nos llevan a un calentamiento global mayor del 1,5º. Todas las administraciones, desde las comunidades autónomas hasta los ministerios, deben aumentar su ambición climática."
Propuestas de Greenpeace para un cambio real
El informe de Greenpeace incluye seis propuestas concretas para reducir las emisiones a corto plazo:
- Abono único de transporte: Facilitará el uso del transporte público, haciéndolo más asequible y atractivo.
- Calendario de cierre de centrales de ciclo combinado de gas: Reducirán las emisiones y el costo de la factura de la luz.
- Comunidades energéticas renovables: Fomentar la creación de estas comunidades en todos los municipios.
- Ayudas a explotaciones ganaderas: Reducir la densidad de animales o cese voluntario de actividades para disminuir las emisiones del sector.
- Monedero virtual para rehabilitación energética: Acelerar la descarbonización de los hogares de manera justa.
- Impuesto verde sobre combustibles fósiles: Financiar la transición energética con quienes más contaminan.
Contexto actual y necesidad de acciones urgentes
Desde la presentación del borrador del PNIEC en junio de 2023, tres eventos han cambiado drásticamente la situación climática: el incremento de la temperatura media anual del planeta en 1,45°C respecto a los niveles preindustriales, la decisión de la COP29 de pedir una transición más allá de los combustibles fósiles, y la histórica sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra Suiza por no proteger a su población contra el cambio climático.
Esta última sentencia estipula que los objetivos climáticos de los países deben fijarse en función de la cuota de emisiones (presupuesto de carbono) que le corresponde a cada país. En el caso de España, supondría aumentar su objetivo de reducción de emisiones a un -55% en 2030 (respecto a 1990), muy lejos del 32 % propuesto, señala Greenpeace.
“El gobierno todavía está a tiempo de aumentar la ambición climática en la presentación definitiva del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que tiene que enviar a la Comisión Europea antes del 30 de junio. Las propuestas de Greenpeace son concretas, realistas, beneficiarían a toda la sociedad y permitirían presentar un plan más ambicioso que el actual. La acción climática hecha con justicia social proporciona beneficios: es urgente hacer lo máximo desde ya”, ha concluido Zorrilla Miras.