La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, la Fundación Global Nature, la Fundación Naturaleza y Hombre y la Fundación Oso Pardo reclaman medidas para proteger la biodiversidad en España
Madrid, 18 de junio de 2024 - La reciente muerte de la hembra de quebrantahuesos Masía, mutilada por las aspas de un aerogenerador en el Maestrazgo de Teruel, ha puesto de relieve el impacto negativo de la energía eólica sobre la biodiversidad en España. En respuesta, cuatro fundaciones dedicadas a la protección de la naturaleza han lanzado una alerta urgente y solicitan una regulación específica que prohíba la instalación de parques eólicos en territorios de la Red Natura 2000 y otras áreas de alto valor ambiental.
Mortalidad masiva de aves
La Fundación Global Nature, la Fundación Naturaleza y Hombre, la Fundación Oso Pardo y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos han subrayado la gravedad del problema, destacando que la expansión descontrolada de parques eólicos está provocando una mortalidad masiva de fauna. Según datos aportados por las comunidades autónomas, casi 9.000 aves murieron tras chocar con aerogeneradores en solo tres años (2020-2022). No obstante, estos datos son incompletos, ya que algunas regiones con alta potencia eólica instalada no cuentan con registros completos o no han proporcionado sus cifras.
Impacto en la biodiversidad
Las fundaciones advierten que el número de aves muertas debido a los parques eólicos podría oscilar entre 1.355.711 y 2.109.400 al año, según estimaciones avaladas por la comunidad científica. La situación podría empeorar considerablemente con la instalación de nuevas explotaciones eólicas en zonas protegidas, como se propone en el Maestrazgo turolense, lo que incrementaría drásticamente la mortalidad de aves en los próximos años.
Propuestas de regulación
Ante esta situación, las organizaciones piden la prohibición explícita de parques eólicos en áreas de alto valor ambiental, lo que incluiría el estricto cumplimiento de las medidas de protección existentes para espacios naturales protegidos, tanto terrestres como marinos, y aquellos amparados por normativas autonómicas, estatales y la Red Natura 2000. Además, solicitan que se incluyan radares y medidas preventivas en las licencias de explotación para reducir la mortalidad de aves.
Las fundaciones también proponen proteger otras áreas como los humedales del Inventario Nacional de Humedales, hábitats que necesitan preservación, áreas críticas identificadas en los Planes de Recuperación y Conservación de especies amenazadas, y zonas con potencial de afección en corredores migratorios marinos.
Necesidad de una transición energética sostenible
Las fundaciones reconocen la necesidad urgente de una transición hacia fuentes de energía renovables para frenar el cambio climático, pero enfatizan que esta transición no debe hacerse a expensas de la biodiversidad. Subrayan la existencia de tecnologías preventivas que podrían mitigar significativamente el impacto de los parques eólicos en la fauna.
"La energía eólica es esencial para una transición hacia fuentes renovables, pero su desarrollo actual está teniendo un impacto inasumible sobre la diversidad natural y animal que nos rodea. Es necesario utilizar tecnología preventiva para minimizar este grave daño a la biodiversidad española", afirman desde estas fundaciones.