Se solicitan cuatro años de cárcel para la enfermera de la Prisión en Asturias por tráfico de drogas

Se solicitan cuatro años de cárcel para la enfermera de la Prisión en Asturias por tráfico de drogas

Una enfermera de la prisión de Asturias enfrenta una posible condena de cuatro años de cárcel por tráfico de drogas, después de ser detenida con 123 gramos de hachís, cocaína y heroína ocultos en su cuerpo. La Fiscalía Provincial de Burgos la acusa de un delito contra la salud pública, alegando que intentaba introducir las sustancias en la penitenciaría de Burgos durante una visita a su pareja.

Un amor peligroso

La historia comienza en 2022, cuando la enfermera inició una relación sentimental con un recluso en la cárcel de Asturias, conocido por sus antecedentes de tráfico de drogas. Tras el traslado del preso a Burgos, la pareja mantuvo su relación a distancia. El 23 de octubre de ese año, la enfermera planeaba una visita íntima, pero los eventos tomaron un giro inesperado.

La detención

A las 9:50 de la mañana, durante el control de acceso a la penitenciaría de Burgos, los perros detectores de drogas comenzaron a ladrar, alertando a los guardias. Según el informe de acusación, la enfermera llevaba droga envuelta en plástico y oculta en su cuerpo. La Guardia Civil la detuvo y se incautaron de dos bellotas de resina de cannabis (93,22 gramos), tres envoltorios de cocaína (25,17 gramos) con una pureza entre el 51,81% y el 95,5%, y dos envoltorios de heroína (4,92 gramos) con una pureza del 47,36%.

Consecuencias legales

La Fiscalía sostiene que la intención era que el preso traficara con la droga dentro de la prisión. El valor estimado de los estupefacientes incautados es de 3.029,18 euros. El Ministerio Público solicita cuatro años de prisión y una multa de 6.000 euros para la enfermera, mientras que para el recluso, considerando su reincidencia, pide cinco años de cárcel y una multa de 6.000 euros.

Investigaciones y medidas disciplinarias

Instituciones Penitenciarias ha iniciado un expediente informativo para determinar las responsabilidades disciplinarias de la trabajadora. La entrada de drogas en las cárceles, aunque frecuente, es un grave problema de seguridad. Los encuentros íntimos son una de las vías más comunes para el tráfico de estupefacientes, según exreclusos.

Medidas preventivas

La prisión de Burgos fue pionera en la implementación de una unidad canina para combatir el tráfico de drogas, una medida que ha sido replicada en otros 23 centros penitenciarios. Sin embargo, la prisión de Asturias aún no cuenta con este dispositivo de forma permanente.

Este caso destaca la continua lucha contra el tráfico de drogas en el sistema penitenciario y la necesidad de medidas de seguridad más estrictas para prevenir tales incidentes. 

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