El fentanilo, responsable de miles de muertes en EE.UU., revela los mecanismos de su adicción y abre puertas a tratamientos innovadores
Un estudio reciente en ratones publicado en la prestigiosa revista Nature ha desentrañado cómo el fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, se adhiere y altera el cerebro, provocando una adicción devastadora. Este conocimiento podría ser clave para desarrollar tratamientos que mitiguen la crisis sanitaria que esta sustancia ha causado en Estados Unidos.
La potencia mortal del fentanilo
El fentanilo es un opioide sintético entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Inicialmente desarrollado para aliviar el dolor intenso, su producción y distribución ilegal lo han convertido en el principal culpable de aproximadamente dos tercios de todas las sobredosis en Estados Unidos. Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) de EE.UU., sus efectos incluyen desde euforia extrema hasta paro respiratorio y muerte.
El estudio revolucionario en Nature
Dirigido por Christian Lüscher de la Universidad de Ginebra, el estudio en Nature revela que los efectos adictivos del fentanilo están controlados por dos vías neuronales distintas en el cerebro. Los investigadores administraron fentanilo a ratones y analizaron las regiones cerebrales activadas durante los efectos eufóricos y los síntomas de abstinencia. Identificaron la región tegmental ventral, responsable de la liberación de dopamina y del refuerzo positivo, y la amígdala central, que mediaba los síntomas de abstinencia.
Implicaciones para el tratamiento
Estos hallazgos sugieren que se podría desarrollar un tratamiento dirigido específicamente a la amígdala para reducir los síntomas de abstinencia sin desencadenar el refuerzo positivo, lo que ofrece una nueva esperanza en la lucha contra la adicción al fentanilo. Lüscher destaca que este avance podría aplicarse a terapias de sustitución como la metadona, buscando opciones que atenúen los efectos aversivos sin reforzar la adicción.
El impacto de la crisis de opioides en EE.UU.
Carlos Blanco, director de la División de Epidemiología del NIDA, contextualiza la gravedad de la situación: “Más de 100,000 personas mueren cada año por sobredosis de drogas en EE.UU. Esta crisis va más allá de los opioides, con un suministro de drogas cada vez más letal e impredecible”.
Nuevas tendencias de consumo y riesgos
Un estudio en PLoS ONE revela la creciente tendencia de fumar fentanilo en lugar de inyectarlo, una práctica que está ganando popularidad y superando a la inyección como método más común asociado a las muertes por sobredosis. Nicole Holm, coautora del estudio, advierte sobre el peligro de la resina de fentanilo, un residuo altamente potente que se acumula en los utensilios para fumar y se comparte entre usuarios, aumentando el riesgo de sobredosis.
España: Lejos del escenario de EE.UU.
Alicia Alonso Cardaño, de la Sociedad Española del Dolor, asegura que la crisis del fentanilo en EE.UU. no se ha replicado en España gracias al sistema de receta electrónica y el acceso universal y gratuito al sistema sanitario. No obstante, señala la importancia de la educación médica en el manejo de opioides para prevenir posibles problemas futuros.
Innovaciones y esperanza
El NIDA está liderando varias iniciativas bajo el programa HEAL para encontrar soluciones a la crisis de opioides, incluyendo el desarrollo de analgésicos con menor potencial adictivo y mejores estrategias de tratamiento para el dolor crónico.