En un preocupante informe publicado hoy, se ha revelado que en España desaparecieron 7.391 menores durante el año 2023, representando un alarmante 48,9% del total de las denuncias de desapariciones en el país. Los datos, proporcionados por el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) y analizados por la compañía tecnológica SaveFamily, han encendido las alarmas sobre la seguridad infantil en el país.

Datos impactantes y distribución geográfica

El informe detalla que en 2023 se registraron un total de 24.581 denuncias por desapariciones, de las cuales 15.126 correspondían a personas en paradero desconocido. Lo más alarmante es que 7.391 de estas denuncias fueron de menores de edad. De estos menores, la mayoría (6.714) se alejaron voluntariamente de sus hogares, mientras que 140 desaparecieron involuntariamente y 72 fueron sustraídos de manera forzada.

La distribución geográfica muestra que Madrid, con 1.003 casos, Las Palmas con 735 y Barcelona con 539, son las provincias con más desapariciones de menores. En contraste, Teruel y Soria se destacaron como las provincias más seguras con 8 y 11 casos respectivamente. Andalucía, con 1.326 niños desaparecidos, es la comunidad autónoma más afectada, seguida por Canarias con 1.030 casos.

Análisis de las desapariciones

Los datos indican que los adolescentes de entre 13 y 17 años son los más propensos a desaparecer, representando un 95,12% del total de menores desaparecidos en 2023. La mayoría de estos jóvenes abandonan sus hogares voluntariamente, muchas veces tras discusiones familiares o para reunirse con amigos sin el consentimiento de sus padres. Sin embargo, estos casos suelen resolverse en los primeros tres días de búsqueda.

Día Internacional de los Niños Desaparecidos

El próximo 25 de mayo, Día Internacional de los Niños Desaparecidos, SaveFamily enfatiza la necesidad de vigilancia constante para evitar tragedias. El preocupante aumento de las desapariciones de menores en España subraya la necesidad de medidas preventivas y tecnologías avanzadas para proteger a los niños. La combinación de vigilancia, educación y tecnología puede ser clave para enfrentar esta problemática y garantizar la seguridad de los menores en todo momento.