Madrid, 17 de mayo de 2024 - La comunidad sorda de España reclama una mayor accesibilidad en las actividades de ocio y turismo. “La accesibilidad de la población sorda a la oferta de ocio y turismo sigue siendo, en gran medida, un privilegio,” afirman los participantes de los programas de turismo y termalismo IMSERSO-CNSE organizados por FESORD CV (Federación de Personas Sordas de la Comunidad Valenciana) en Benidorm, con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la Fundación ONCE.
Un programa con más de una década de historia
Desde hace más de una década, este programa ha permitido que cientos de personas sordas disfruten de un amplio repertorio de actividades en lengua de signos en distintas ciudades españolas. Sin embargo, los beneficiarios destacan que iniciativas como esta aún son escasas.
La accesibilidad: Un imperativo legal y de bienestar
Roberto Suárez, presidente de la CNSE, subraya que “para las personas sordas, el ocio compartido en condiciones de accesibilidad es salud y bienestar”. Suárez enfatiza que garantizar el acceso de la comunidad sorda a todas las propuestas de ocio y turismo es un imperativo legal y recuerda la importancia de un turismo inclusivo que considere todas las realidades. La filosofía del ocio inclusivo ha sido promovida por la red asociativa CNSE durante años para reivindicar un turismo más accesible.
Importancia de servicios inclusivos
Carolina Galiana, presidenta de FESORD CV, recalca la necesidad de ofrecer servicios de ocio y turismo en lengua de signos. Galiana insta a asegurar la accesibilidad de la información y la comunicación turística y cultural en la Comunitat Valenciana y en todo el país. Destaca la importancia de adaptar espacios naturales, parques temáticos y otros entornos turísticos mediante la interpretación en lengua de signos, videointerpretación y el uso de tecnología de apoyo.
Un derecho fundamental
Ambas entidades coinciden en que garantizar la igualdad de acceso y oportunidades para las personas sordas en actividades de ocio y turismo debe ser una prioridad. “Se trata de un derecho fundamental del que ninguna persona debería verse apartada por ninguna razón,” concluyen