Asturias dice NO a las bebidas energéticas para menores

Asturias dice NO a las bebidas energéticas para menores

El Principado trabaja en su prohibición para proteger la salud de los más jóvenes.

 

La viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González, ha anunciado este lunes el firme compromiso del Gobierno asturiano para avanzar en la prohibición de la venta y el consumo de bebidas energéticas a menores. Una medida que cuenta con el respaldo de las asociaciones de madres y padres de alumnos, quienes también han mostrado su preocupación por el consumo de estas bebidas en edades cada vez más tempranas.

"Sabemos que dañan la salud y nuestra responsabilidad es proteger a la población más joven", ha señalado González, quien ha destacado que el consumo de estas bebidas "no es adecuado" para niños y niñas, ya que pueden provocar alteraciones del sueño, nerviosismo, taquicardias e incluso problemas de concentración.

Un grupo de trabajo para una regulación efectiva

Para avanzar en esta prohibición, el Principado ha creado un grupo de trabajo en el que participan las direcciones generales de Salud, Deporte, Educación y Comercio, así como el Conseyu de la Mocedá. Este grupo se encuentra en una primera fase de contactos con todos los sectores implicados, con el objetivo de "detectar posibles obstáculos" para la regulación y buscar soluciones que permitan lograr el máximo consenso.

Preocupación entre padres y pediatras

La reunión de la viceconsejera con las representantes de las asociaciones de padres y madres de alumnos ha puesto de manifiesto la honda preocupación que existe en este colectivo por el consumo de bebidas energéticas entre los más jóvenes.

"Igual que no le das un chupito de whisky a un niño de 13 años, tampoco puede tomar este tipo de bebidas para desayunar", ha advertido González, haciéndose eco de la alarma que también han expresado los pediatras.

Un paso adelante en la protección de la salud

La prohibición de las bebidas energéticas para menores en Asturias se suma a otras medidas ya tomadas en la región, como la restricción de publicidad o la prohibición de su venta en centros educativos. Se trata de un paso adelante en la protección de la salud de los niños y niñas, y en la promoción de hábitos de vida saludables.

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