El caso de Jhon Jairo Pérez Chavarro, un colombiano de 52 años residente en Asturias, ha capturado la atención pública debido a su trágico final. Pérez Chavarro, quien se había establecido en la región desde julio tras emigrar de Colombia, fue encontrado muerto tras desaparecer en marzo. Su cuerpo fue descubierto enterrado en una finca en Siero, tras una intensa investigación policial que incluyó tecnología avanzada de detección.
Según los informes, la desaparición de Pérez Chavarro se reportó inicialmente como voluntaria, pero la policía pronto comenzó a sospechar de juego sucio debido a las contradicciones en las declaraciones de su familia y allegados. La investigación reveló que fue asesinado durante una fiesta en dicha finca, donde se encontraba con varios familiares, con algunos de los cuales tenía rencillas previas. El asesinato, perpetrado con múltiples puñaladas, involucra hasta ahora a dos detenidos: uno considerado el autor material del crimen y su hermano, como cómplice necesario en el ocultamiento del cadáver. No se descarta más arrestos relacionados con el caso.
La comunidad de Granda, Siero, donde ocurrieron los hechos, se ha visto profundamente afectada por este violento crimen que rompió la tranquilidad del área. El impacto de este evento ha resonado no solo por la brutalidad del crimen, sino también por la trágica historia de un hombre que había llegado a España buscando un futuro mejor para él y su familia.