La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, ha exigido a Saint-Gobain un "proyecto de futuro" para la comarca que incluya inversiones a corto y medio plazo, así como la instalación de un centro de I+D en la ciudad. La medida busca salvar los empleos que se verán afectados por el cierre de la línea de producción de Sekurit.
Un plan para el futuro industrial de Avilés
Monteserín se ha comprometido a organizar una reunión con representantes del Principado de Asturias, el Gobierno de España y los ayuntamientos de Avilés y Castrillón para presentar estas demandas a la empresa. La alcaldesa ha insistido en que Saint-Gobain tiene "todas las posibilidades de futuro" en Avilés, una comarca "perfectamente adaptada" para el desarrollo industrial.
Innovación y conocimiento como claves del futuro
La creación de un centro de I+D en Avilés es una de las principales apuestas de Monteserín. La alcaldesa cree que esta iniciativa permitiría a la empresa "desarrollar e implementar" nuevos productos y procesos, asegurando así la viabilidad de la planta a largo plazo.
Apoyo institucional y sindical
La propuesta de Monteserín ha contado con el respaldo de los representantes del Comité de Empresa de la división Sekurit de Saint-Gobain, así como de las organizaciones sindicales UGT, CCOO y CSI. Todos ellos han coincidido en la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar el futuro de la industria en Avilés.
Un futuro incierto para los trabajadores de Sekurit
El cierre de la línea de producción de Sekurit ha puesto en riesgo los puestos de trabajo de 60 empleados. La alcaldesa ha asegurado que el Ayuntamiento seguirá trabajando para "apoyar a los trabajadores" y "defender sus intereses".
La presión aumenta sobre Saint-Gobain
Las declaraciones de Monteserín añaden más presión a Saint-Gobain, que ya se enfrenta a las críticas de los sindicatos y la población local. La empresa aún no ha anunciado sus planes para el futuro de la planta de Avilés.
La batalla por el futuro industrial de Avilés
La lucha por salvar los empleos de Saint-Gobain en Avilés se ha convertido en una batalla clave para el futuro industrial de la ciudad. La alcaldesa y los representantes sindicales han dejado claro que no se rendirán hasta que la empresa presente un plan concreto para garantizar la viabilidad de la planta.