Europa 'reprocha' el sistema actual y apuesta por un modelo más flexible con readmisión o indemnización variable
España tendrá que decidir si adapta su legislación a las recomendaciones del Comité de Derechos Sociales, que considera que la indemnización por despido improcedente es insuficiente y no cumple con la Carta Social Europea.
El debate gira en torno a dos opciones:
- Eliminar el tope máximo de 24 mensualidades y establecer una indemnización que se ajuste al daño causado.
- Otorgar al trabajador la posibilidad de elegir entre ser readmitido en la empresa o cobrar la indemnización, como ya sucede en Italia y Portugal.
La vicepresidenta Yolanda Díaz se muestra favorable a la indemnización a la carta, que fijaría una compensación diferente en función de las circunstancias del trabajador y el impacto del despido.
UGT propone una compensación mínima de seis meses y critica que la actual indemnización no tiene en cuenta el daño real causado al trabajador.
El precedente italiano: tras la intervención del Comité Europeo de Derechos Sociales, Italia modificó su sistema para que el trabajador pueda elegir entre la readmisión o una indemnización variable entre 12 y 24 mensualidades.
España tiene uno de los despidos más caros de Europa, pero también es el único país que indemniza a todos los trabajadores, independientemente de su antigüedad o el tamaño de la empresa.
El peligro de la indemnización a la carta: podría tener un efecto contrario al deseado y favorecer a los trabajadores más vulnerables, dificultando aún más su reinserción laboral.
El futuro del despido en España está en juego: ¿se adaptará el país a las recomendaciones europeas y apostará por un sistema más flexible?