Un equipo de científicos del CSIC ha diseñado bacterias que pueden convertir residuos de plástico en bioplásticos biodegradables. Este avance podría ser clave para combatir la crisis del plástico y avanzar hacia una economía circular.
¿Cómo funciona?
Las bacterias "programadas" por el CSIC son capaces de utilizar el tereftalato de polietileno (PET), uno de los plásticos más comunes en envases y botellas, como fuente de alimento. A partir de este material, las bacterias producen bioplásticos llamados polihidroxialcanoatos (PHAs), que son biodegradables y compostables.
¿Cuáles son las ventajas?
- Reduce la huella de carbono en la producción de plásticos.
- Ayuda a mitigar la crisis del plástico, que tiene un costo anual de hasta 600.000 millones de dólares.
- Permite valorizar residuos difíciles de procesar.
- Se pueden producir bioplásticos a partir de otros residuos, como la lignina.
¿Qué se ha logrado hasta ahora?
- Se han diseñado las bacterias y se ha probado su funcionamiento a escala de laboratorio.
- Se ha obtenido la mayor producción de PHA en relación a la biomasa celular a partir de hidrolizados de PET jamás reportada.
- Se ha desarrollado una patente para la tecnología.
¿Qué sigue?
- Se están realizando pruebas a mayor escala para confirmar la viabilidad del proceso.
- Se busca desarrollar bioprocesos más simples y eficientes.
- Se está trabajando en la producción de bioplásticos a partir de otros residuos.