Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) alza su voz para reclamar una sociedad sin barreras ni discriminación. En un manifiesto lleno de fuerza y determinación, las mujeres sordas exigen políticas públicas transversales que garanticen su igualdad efectiva en todos los ámbitos de la vida.
Más que un colectivo, una fuerza imparable: Las protagonistas de este movimiento son mujeres diversas, reales, empoderadas y con una clara visión: una sociedad libre de estigmas, capacitismo, patriarcado y barreras de comunicación. Ellas no solo son mujeres, son mujeres sordas, y su identidad es una parte fundamental de su lucha.
Un camino hacia la igualdad real: El manifiesto de la CNSE propone medidas concretas para asegurar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres sordas. Entre ellas, destacan:
- Educación: Implementación de una educación no sexista bilingüe en lengua de signos y bicultural.
- Empleo: Acceso a un empleo digno y cualificado sin brechas de género ni salariales.
- Comunicación: Incorporación de lengua de signos y subtitulado de calidad en campañas informativas, recursos públicos y medios de comunicación.
- Atención especializada: Presencia de mediadoras sordas e intérpretes de lengua de signos en centros de salud, hospitales, comisarías, juzgados y otros servicios esenciales.
- Conciliación: Impulso de buenas prácticas que favorezcan la conciliación de la vida personal, familiar, asociativa y laboral.
- Teleasistencia: Desarrollo de servicios de teleasistencia y acompañamiento específicamente diseñados para atender las necesidades de las mujeres mayores sordas.
Unidas por un futuro mejor: El mensaje de la CNSE es claro: las mujeres sordas no solo exigen igualdad, la van a conquistar. Juntas, dignas y valientes, seguirán luchando por una sociedad donde todas las mujeres, en toda su pluralidad, sean ciudadanas presentes y activas.