El robo de cobre se ha disparado en Asturias debido al alto precio que alcanza el metal, llegando hasta los 7 euros el kilo esta semana. Según la Guardia Civil, cuando aumenta la cotización crecen exponencialmente los hurtos, que están perpetrados principalmente por grupos familiares en la zona centro de la región.
Los ladrones actúan reventando arquetas del alumbrado en carreteras, arrancando cables de teléfonos, cortando canaletas de cementerios o sustrayendo bobinas de obras ferroviarias. Incluso en ocasiones roban camiones y uniformes de empresas para camuflarse y llevarse el material desapercibidos.
Según los agentes, cada miembro de estos clanes puede llegar a obtener hasta 20.000 euros anuales con estas actividades ilícitas. Pese a las constantes detenciones, al salir unos entran otros a sustituirles. En los últimos dos años la Guardia Civil ha detenido a 105 sospechosos y tiene bajo investigación a otros 142.
Los daños que provocan son cuantiosos. Desde 2007 se han robado 150 km de cable en autovías y nacionales, dejando tramos a oscuras y elevando el riesgo. El administrador de infraestructuras ferroviarias Adif ha interpuesto 77 denuncias en 3 años por hurtos de bobinas en obras, que en ocasiones provocan paralizaciones de los trabajos.
Las empresas se ven obligadas a detener su actividad durante días o semanas cuando les sustraen material imprescindible como grúas. También han dejado a pueblos enteros incomunicados al arrancar cables de telefonía, afectando a personas mayores que viven solas y dependen de teleasistencia.
La Guardia Civil insiste en la peligrosidad de estos robos por los graves daños que provocan, que en muchas ocasiones superan el valor del metal sustraído. Hacen un llamamiento a extremar la vigilancia en obras y almacenamiento de materiales para tratar de frenar esta lacra.