El Gobierno de Asturias ha presentado una serie de propuestas al Ministerio de Agricultura para adaptar la Política Agraria Común (PAC) a la realidad del Principado. El objetivo es claro: favorecer la actividad ganadera y reducir la burocracia que afecta a las explotaciones.
Más apoyo para los jóvenes y las razas autóctonas
El Principado pide que las ayudas a jóvenes agricultores no se limiten a un único joven cuando la incorporación a la actividad se realiza a través de una sociedad. También se solicita un aumento de las ayudas para la producción de legumbres amparadas por marcas de garantía, como la faba asturiana, y para la crianza de animales de razas autóctonas.
Simplificar los trámites y flexibilizar las normas
La tramitación del pastoreo extensivo debe simplificarse, según el Principado. También se propone que sean los propios ganaderos quienes escojan el período de no siega más adecuado para sus intereses, y que se amplíe la superficie computable para el ecorregímen de islas de biodiversidad.
Menos burocracia para más desarrollo rural
El Principado reconoce que los controles y penalizaciones son necesarios, pero advierte de que no pueden limitar el desarrollo de la actividad agrícola y ganadera. Por ello, se propone un cuaderno electrónico de explotación sencillo, intuitivo y flexible, y que se consideren ingresos agrarios las bajas laborales por incapacidad temporal.
En definitiva, Asturias quiere una PAC que se adapte a las necesidades de su sector primario, un sector fundamental para la economía y el desarrollo rural del Principado.