La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos afirmó que el escenario que vive Siria es de una guerra civil y que la situación se ha ido exacerbando con el aumento de los desertores dispuestos a tomar las armas.
En una conferencia de prensa en Ginebra, Navi Pillay añadió que la cifra de víctimas de la represión de las manifestaciones antigubernamentales que comenzaron en ese país en marzo, supera con creces las 4.000.
“Las cifras que presentaré este viernes en la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria van a ser conservadoras. La información confiable que estamos recibiendo indica que es mucho más que eso”, dijo la Alta Comisionada.
Por otro lado, señaló que el informe presentado por una comisión internacional independiente sostiene que la mayoría de los muertos y heridos en Siria son civiles desarmados, pero que existen grupos armados que no pertenecen a las fuerzas de seguridad.