En un movimiento que promete enriquecer la educación en los centros escolares, Lydia Espina, la consejera de Educación, se ha reunido con el presidente del Clúster de Turismo Rural, Julio Bobes, y con la gerente Elisa Llaneza, para establecer una colaboración única. Esta alianza tiene como objetivo integrar actividades ambientales, culturales y deportivas en el currículo escolar, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de aprender sobre su entorno de una manera práctica y dinámica.

Durante la reunión, que tuvo lugar ayer, se discutió la posibilidad de incluir estas actividades en los proyectos de innovación educativa. La Consejería de Educación, que ya dispone de un fondo de medio millón de euros para estos proyectos, ve en esta colaboración una oportunidad para que los estudiantes amplíen su comprensión del mundo que les rodea, a través de experiencias reales y prácticas.

El plan incluye el diseño de paquetes de actividades adaptadas a diferentes edades y competencias educativas, con una distribución territorial equitativa. Las propuestas van desde senderismo y limpieza de playas hasta excursiones temáticas y proyectos enfocados en la reducción de la huella de carbono. Estas actividades no solo complementarán la educación formal, sino que también promoverán la conciencia ambiental y cultural entre los jóvenes.

En los próximos días, el Clúster de Turismo Rural se reunirá con la Dirección General de Inclusión Educativa y Ordenación para afinar los detalles de esta colaboración. Lydia Espina destacó que muchos centros ya están trabajando en proyectos por competencias que se alinean con los objetivos del Clúster, lo que facilitará la integración de estas nuevas actividades en la programación anual de los colegios.

Esta iniciativa representa un paso adelante en la fusión de educación y experiencias del mundo real, proporcionando a los estudiantes herramientas valiosas para su desarrollo integral y un mayor entendimiento de su entorno.