Asturias se encuentra en una posición desventajosa en comparación con otras regiones españolas en términos de atraer grandes inversiones debido a la ausencia de un proceso de tramitación exprés para proyectos estratégicos. Esta situación ha suscitado preocupación entre los empresarios locales, quienes advierten que la región está rezagada en relación con la Ley de Proyectos Estratégicos prometida por el gobierno.

Un caso ilustrativo de esta problemática es el de la compañía automovilística BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, que visitó la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) en Gijón para explorar posibles localizaciones para su primera fábrica en Europa. Sin embargo, la falta de claridad en los plazos de inicio de las obras llevó a la empresa a decidirse por Hungría para su planta de fabricación.

La falta de un marco legal o reglamentario que garantice la tramitación exprés de grandes inversiones es un tema de gran preocupación para el empresariado asturiano. Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, señaló antes de una reunión con la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, que otras comunidades autónomas ya cuentan con leyes o reglamentos de este tipo. El Gobierno de Asturias había prometido aprobar y trasladar la Ley de Proyectos Estratégicos a la Junta General del Principado antes de finalizar el año, sin embargo, a pocos días de concluir el año, la ley aún no ha sido aprobada.

Este retraso contrasta con la situación en otras comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha y Castilla y León, donde ya se han implementado leyes que facilitan la tramitación de proyectos prioritarios. Estas leyes han resultado en beneficios significativos en términos de inversión privada y creación de empleo. En el caso de Castilla-La Mancha, la Ley de Medidas Urgentes para la Declaración de Proyectos Prioritarios ha beneficiado a 25 proyectos con una inversión privada de 701 millones de euros y la creación de 1.063 empleos desde su aprobación en 2020.

La situación en Asturias es crítica, especialmente considerando la competencia con regiones como Galicia, que ya cuenta con su propia vía exprés para proyectos estratégicos. Esta falta de una tramitación rápida y eficiente en Asturias podría resultar en la pérdida de oportunidades de inversión clave y la creación de empleo, algo vital para el desarrollo económico de la región.