La Unión Europea ha redefinido sus prioridades en el ámbito del transporte, lo cual ha tenido un impacto significativo en Asturias, especialmente en dos proyectos clave: la ruta de la Plata y la línea de tren Santander-Bilbao. Ambos proyectos han sido relegados a un horizonte lejano, postergando cualquier posible inversión europea hasta al menos el año 2050. Esta decisión ha generado descontento en las regiones afectadas, especialmente en la Ruta de la Plata, un itinerario histórico que une Asturias con Andalucía, Extremadura y Castilla y León. La junta de Extremadura y varias asociaciones han manifestado su intención de presionar a la UE y al Gobierno nacional para cambiar esta posición.
Por otro lado, el Principado de Asturias ha centrado sus esfuerzos en la Zalia, un proyecto en Gijón que, según fuentes comunitarias, tiene asegurada su financiación y es crucial para el tráfico de mercancías y el impulso empresarial. A pesar de no figurar directamente en los mapas de las nuevas directrices de transportes, la Zalia está asociada al puerto de Gijón, lo que garantiza su viabilidad. El Gobierno del Principado celebra que la Zalia ha recibido un respaldo definitivo y se espera que se convierta en una realidad para el año 2030.
En el marco de la nueva normativa de transportes aprobada por la UE, se han establecido tres grandes bloques de prioridades para las próximas décadas. Las infraestructuras de la red básica son las más urgentes y deben estar terminadas para 2030, mientras que la red básica ampliada y la red global se prevén para 2040 y 2050, respectivamente. En este contexto, proyectos como la Ruta de la Plata y la línea Santander-Bilbao se han situado en el bloque menos prioritario, evidenciando un cambio significativo en las políticas de infraestructura y transporte a nivel europeo.